Empate entre bostezos del Real Zaragoza en Alcorcón (0-0)

Carlos Vigaray en el partido ante el Alcorcón. Foto: Real Zaragoza
photo_camera Carlos Vigaray en el partido ante el Alcorcón. Foto: Real Zaragoza

Empate a nada, o a casi nada, entre Alcorcón y Real Zaragoza en el estadio de Santo Domingo. Un partido que careció por completo de ocasiones claras, también de fútbol en la mayor parte del mismo, y en el que apenas se vieron amenazados los porteros. Por lo tanto, 0-0. Eso sí, cabe destacar que los maños disputaron media hora con uno menos, tras la expulsión de Buyla por una dura entrada carente de lógica.

Rubén Baraja, ante la baja de Nieto por sanción, retrasaba a Chavarría al lateral zurdo, colocaba a Buyla por delante y, la novedad en el once, a Zanimacchia arrancando desde el costado derecho. El italiano era, sin duda, uno de los brotes verdes que se podían destacar en la primera parte tanto por su velocidad como por su desborde y valentía para acometer internadas.

Tanto él como Chavarría eran el plan A para desequilibrar al Alcorcón, buscando posesiones largas para luego sorprender por fuera. Eso sí, sin remate. El que más cerca estuvo fue Vuckic el que más cerca estuvo en el primer minuto, pero David Fernández abortaba lo que hubiera sido un tanto brillante por su ejecución de tacón. Eran superiores los blanquillos, los locales ni se asomaban al área de Cristian más allá de balones parados lejanos, pero faltaba intimidación ofensiva para desnivelar la balanza.

Hubo que esperar al 38 para que llegara el primer susto para los zaragocistas. El ex blanquillo Marc Gual recortaba en la frontal y soltaba un zurdazo que salió rozando el poste izquierdo de la meta de Cristian. Era lo último que sucedía en la primera parte en Santo Domingo, con predominante dominio de los de Rubén Baraja pero, eso sí, sin encontrar espacios suficientes como para hacer daño decisivo al Alcorcón.

Segunda parte

El guion se asemejó bastante en el arranque de la segunda, pero por fin se entendieron Narvaez y Vuckic. El esloveno aguantaba a la perfección la pelota, cedía al espacio para su compañero quien sacaba un gran disparo que salía rozando el poste alfarero. Al instante, enésima lesión muscular de Vigaray y el joven canterano Alejandro Francés saltaba al césped para ocupar el lateral derecho.

Y, a pesar de todo, el partido estaba controlado. Hasta que Buyla perdía la cabeza y cometía una dura entrada a destiempo y por detrás en zona no peligrosa, viendo inmediatamente la roja directa. La reacción de Baraja era incluir a Zapater por Ros, también con amarilla, y a Larrazabal, debutante, por Zanimacchia. Tocaba remar, y mucho, con un hombre menos y media hora por disputar.

Como no podía ser de otra manera, el Alcorcón tomaba las riendas y encerraba atrás a los maños. Laure amenazaba por la diestra, topándose con Cristian, muy atento en la salida. Quemaba los cambios Baraja con las entradas de Toro Fernández y Adrián en detrimento de Vuckic y Narvaez, desfondados por el trabajo sin balón. Por entonces, Pichu Atienza y Guitián ya tenían que multiplicarse para desbaratar los centros laterales.

Pese a la sensación de agobio, más por ver por fin al Alcorcón salir de la cueva, la mejor ocasión local venía de un cabezazo de Toro Fernández en propia portería a la salida de un córner. Es decir, nulo fútbol el de los locales y, desde la roja de Buyla, también de los visitantes. Con 0-0 terminaba un choque difícil de ver, duro a la hora de la siesta, pero que al menos permite al Real Zaragoza seguir sumando.