Apenas dos semanas después de caer eliminado de la Basketball Champions League correspondiente a la pasada campaña, el Casademont Zaragoza vuelve a escena. La competición que los rojillos abandonaron en semifinales la retoman con una ilusión y una fuerza especial, con ganas de hacer algo grande.
A los medio de comunicación se ha dirigido antes del viaje el segundo entrenador, Sergio Lamúa. Según ha asegurado, tienen “muchas ganas de volver a empezar”. Además, lo hacen “con la energía de la victoria ante el UCAM Murcia”. Desde luego, afrontan la nueva edición del campeonato sin la necesidad extrema de vencer por no haberlo hecho en Liga Endesa.
El reto ahora es “hacer una buena competición” y, especialmente, “ir superando los baches”. Este año tan atípico pueden venir de varias vertientes. En primer lugar, como es lógico, por el nivel de los rivales compiten, pero también por la situación social y las prohibiciones gubernamentales. Aun así, el técnico es claro: “Vamos con las ganas y la ilusión repetir y llegar lo más lejos posible”.
Enfrente se encontrará el desconocido Start Lublin, de la liga polaca, que a priori está un escalón por debajo del equipo dirigido por Ocampo. Las complicaciones pueden llegar por su capacidad de juego exterior, su versatilidad y su uno contra uno. En la competición local es un equipo fuerte. Pueden complicar al Casademont Zaragoza, pero en principio deberían ser los aragoneses quienes saliesen victoriosos.
Por otro lado, hay que tener en cuenta la complicación del viaje y la acumulación de partidos. Sin embargo, no hay excusa para los rojillos. Solo vale empezar con buen pie la competición europea y tratar de llegar lo más lejos posible en una edición marcada por las circunstancias únicas.