El Real Zaragoza cuenta las horas que faltan para su próxima cita, ante el Espanyol, en el estadio de Cornellá. Se prevé un partido complicado, lleno de dificultades, con el añadido de que es necesario vencer para terminar con la racha negativa de resultados. El equipo está pasando por momentos “de mucha tensión” y necesitan “una alegría y un respiro”, según ha afirmado Cristian Álvarez en rueda de prensa.
Desde el punto de vista del guardameta, es necesario revertir la situación, dar un giro de 180 grados al barco y retomar la senda de la victoria. El trabajo es “el único camino” para lograrlo y confiar en que se puede revertir esto, “pasar un año tranquilo e ir escalando posiciones”. Actualmente se encuentran en descenso, por lo que salir de los puestos fatales es primordial antes de pensar en la tranquilidad.
Lo cierto es que los maños han demostrado que son capaces de anotar, pero en apenas 15 minutos se han dilapidado las remontadas. “Es difícil ponerse por delante y hemos sabido aprovecharlo. A medida que avanza el partido perdemos el control del balón y la insistencia del rival nos acaba empatando”, indicaba el cancerbero. Por ello, llama a “entender que un empate no es una derrota”.
Otra de las claves que ha dado el arquero de Rosario para vencer el partido es “mantener la cabeza fría”. Los nervios están jugando malas pasadas y el resultado en todos los casos es el mismo; la derrota. Ahora acuden a Barcelona “con la ilusión de ganar, de conseguir los tres puntos y portar por fin la victoria”. “Nos lo merecemos nosotros, la afición… todos”, ha sentenciado sobre esta cuestión.
Curiosamente, el Espanyol es el equipo que dio la oportunidad de debutar a Cristian en Primera División. “Es un partido especial para mí. Estuve cinco años en los que me formé como profesional y como persona. He sido muy feliz y solo tengo palabras de agradecimiento”, ha destacado. Aun así, tiene claro que, contra el presupuesto más alto de Segunda, es “el mejor escenario para ir a hacia arriba”.