El Real Zaragoza pierde una renta de dos goles para terminar cayendo en Vallecas (3-2)

El conjunto de JIM vuelve a caer tras haberse puesto por delante en el marcador. Foto: Real Zaragoza/Tino Gil
photo_camera El conjunto de JIM vuelve a caer tras haberse puesto por delante en el marcador. Foto: Real Zaragoza/Tino Gil

Derrota inesperada por cómo tuvo lugar el partido del Real Zaragoza en Vallecas. Los maños no supieron aprovechar una renta de dos goles ante un Rayo que terminó ganando por 3-2. Dio la vuelta al encuentro el conjunto de Iraola para asestar un durísimo mazazo a los de JIM.

Rodaba el balón en el estadio de Vallecas con un Real Zaragoza muy reconocible. La consolidada línea de cuatro atrás la componían Vigaray, Jair, Francés y Nieto. El doble pivote era para Eguaras y Zapater, con bandas para Bermejo y Chavarría. En punta de ataque, Narváez y Alegría. Andrés, Álvaro García y Fran García eran los jugadores clave de los de Andoni Iraola.

El partido comenzaba de forma trepidante. Primero probaba Zapater a Dimitrievski de falta directa, que a punto estaba de colarse en el segundo minuto de juego. Respondían los locales por medio de Álvaro García desde el segundo palo, pero cuando controlaba solo, enviaba el balón a las nubes. El Real Zaragoza respiraba.

Sin embargo, en el minuto 10, llegaría un brutal zarpazo maño. Zapater filtraba el cuero a Vigaray, que se iba con una clase impactante de Fran. Toque para dejar sentado al lateral y ponerla al corazón del área. Tras un rechace de Catena, Narváez se preparaba para la “delicatesen”. El colombiano controlaba y, con la parte exterior del empeine, enviaba el cuero al fondo de la portería para subir el 1-0 al marcador.
Parecía que el Rayo tenía su oportunidad con dos faltas directas, pero ambas pegaban en la barrera. Aparecía ahora en escena Alegría pinchando una pelota que caía de lo más alto y filtrando un pase que no leía bien Narváez. Una pena porque le dejaba solo ante el portero macedonio. Esta vez al revés, era el colombiano el que la dejaba a Alegría, pero tardó demasiado en dar el cuero y tampoco terminaba en ocasión.

Pero se haría justicia de nuevo. Esta vez, el gol solo tenía el nombre del capitán: Alberto Zapater. El ejeano recuperaba y pasaba la bola a Bermejo, que conducía sin que nadie le entrase. Zapater acompañaba la carrera, cabalgaba como un canterano que quiere hacerse un hueco en el once y le volvía a caer el esférico. Nieto se desmarcaba y ahí es donde el de las Cinco Villas ponía la pelota. El lateral zaragozano no era el que ponía el 0-2 porque lo hizo Álvaro García en propia, pero la alegría era la misma.

Parecía que iba a ser un partido tranquilo, pero Bebé se encargaría de complicar las cosas. Bebé enganchaba una falta a cuarenta metros que lanzaba directamente. El esférico cogía velocidad y dirección para recortar distancias y meter el miedo a los maños. Así se terminaba la primera mitad.

Mazazo en la segunda mitad

El segundo asalto comenzaba con una gran internada de Nieto al área por banda izquierda que no lograba culminar Bermejo. Pero haría las tablas Catena tras el fallo. Peinó Guerrero y el defensa hacía el empate. No era justo, pero en el fútbol mandan los goles. De hecho, el problema para los maños era que el Rayo reaccionaba cuando mejor estaba el equipo. Y después de perdonar el tercero, Andrés remataba al larguero. El partido podía caer de cualquier lado.

La desgracia llegaría en el minuto 70. Vigaray regalaba el cuero a Álvaro García. Segundo gol regalado del Real Zaragoza que servía para ponerse por detrás. A partir de entonces, las pérdidas de tiempo eran una constante que servían para que el Rayo Vallecano se llevase el partido.

Caía de esta forma el Real Zaragoza en un partido que parecía controlado. No generaba un mínimo de peligro desde que encajaba el gol que les ponía por detrás. Tocará remar una vez más y pelear por sacar los tres puntos ante el Mirandés.

Más en REAL ZARAGOZA