Victoria de la mano de la afición en el estreno de la S.D. Huesca (2-0)

Los altoaragoneses vencen con claridad en su primer partido. Foto: S.D.H.
photo_camera Los altoaragoneses vencen con claridad en su primer partido. Foto: S.D.H.

Reencuentro, triunfo y tres puntos para empezar por todo lo alto en El Alcoraz. La Sociedad Deportiva Huesca arrancó la campaña 2021/2022 con un partidazo de fútbol y goles, los de Joaquín Muñoz y Jaime Seoane, uno en cada parte, ante la Sociedad Deportiva Eibar en la primera jornada (2-0). Más allá de la victoria, vital para empezar con confianza, la noticia fue el regreso de la afición al estadio, la vuelta del apoyo y el cariño de los altoaragoneses. Si a eso le sumamos un encuentro de tanto nivel, las noticias no pueden ser mejores.

El Huesca salió como un avión, en volandas gracias al apoyo de 2.944 azulgranas en las gradas. Intenso, con mordiente arriba y sólido atrás, siempre con el balón como protagonista. En definitiva, las señas de identidad del equipo de Nacho Ambriz. Por dentro, el equipo era preciso y hábil para batir líneas. Por fuera, los centros de Marc Mateu o Ferreiro en el costado derecho llevaban veneno. Pronto, el valenciano había colgado ya dos balones al área de mucho peligro. Fue Nwakali quien tuvo la más clara en los primeros compases, con un tiro desde dentro del área que Yoel evitó con una notable parada.

En el minuto 21 llegó la gran alegría: un pase largo de Jorge Pulido a la espalda de la zaga lo aprovechó Joaquín para encarar al meta y batirlo, convirtiendo el primer gol de la temporada en LaLiga SmartBank. El ritmo del choque bajó ligeramente, y con el paso de los minutos hasta el descanso los oscenses se mantuvieron superiores a un peligroso Eibar. Sin grandes ocasiones hasta el minuto 45, llegó el tiempo de vestuarios.

A la vuelta los locales no bajaron el pistón, si bien la primera oportunidad de gol llegó del lado visitante. Fue una doble intervención magnífica de Andrés Fernández: primero, se adelantó a Stoichkov para evitar un mano a mano. Y, tras el rechace, se hizo enorme ante Feullassier, cerrando cualquier hueco para el chut y desviando el cuero.

Paso a paso, los de Ambriz fueron cimentando la victoria, siempre con el balón como protagonista. El mejor ejemplo fue el 2-0 en el minuto 67, saliendo con la pelota jugada hasta que le llegó al recién entrado Florian Miguel. El francés puso un balón raso, perfecto, hacia el punto de penalti, donde apareció Seoane para mandarla a guardar. El susto lo dieron los guipuzcoanos tres minutos después, con el tiro al palo de Venancio.

Pero fue eso, un susto dentro de una palpable superioridad altoaragonesa en un debut de ensueño. Cierto que en el tramo final, Andrés volvió a tener trabajo, pero logró con una buenísima actuación poner el candado a la meta. La afición ha vuelto a El Alcoraz, también la victoria en el estreno y el inicio inmejorable es síntoma de que el equipo va viento en popa.