El Real Zaragoza cambia de cara tras once partidos seguidos sin perder

Los maños lograron sobreponerse a nueve empates seguidos. Foto: Real Zaragoza
photo_camera Los maños lograron sobreponerse a nueve empates seguidos. Foto: Real Zaragoza
El Real Zaragoza puso fin a su histórica racha de empates de la mejor manera posible: con una victoria. Fue un triunfo vital para desequilibrar esta balanza de forma positiva, porque en caso de haber caído en Burgos, se hablaría de diez partidos consecutivos sin ganar. Sin embargo, la estadística da un lavado de cara a los maños y dice que acumulan ya once partidos sin perder. Álvaro Giménez fue el héroe del partido en el duelo ante el Burgos. El delantero recibió la pelota de Eguaras, recortó, se perfiló y, con la pierna mala, envió la pelota picadita a la escuadra. 0-1 en el marcador. Todavía corría el minuto 83, pero era un gol que hacía presagiar la tan ansiada victoria. Y así fue, porque supieron sufrir hasta el final y sobreponerse a un cúmulo de nueve empates consecutivos. La racha de los once partidos comenzó precisamente con una victoria en Alcorcón, por 1-2 con goles de Eguaras y Vada. Y a partir de ahí, Fuenlabrada, Real Sociedad B, Lugo, Real Oviedo, Huesca, Málaga, Ponferradina, Girona y Mirandés. Casi media vuelta sin ganar… que se ha convertido en más de media vuelta sin perder tras el triunfo en tierras burgalesas. Una victoria que sirve para firmar la tregua con el empate y demostrar que el equipo quiere ir a más. Ahora es el turno de romper otra mala racha, y seguro que es más fácil comprobando que se puede hacer. En este caso es la de irse de La Romareda sin el sabor dulce de los tres puntos. Al haber jornada entre semana, este pequeño bucle de partidos podría permitir a los maños dejar atrás en apenas cuatro días todas sus losas y cadenas. Para hacerlo contarán con algo imprescindible: el calor de la afición. La fecha señalada es este domingo a las 16.00 horas, ante el Sporting de Gijón, equipo que llega en horas bajas al municipal. Tres derrotas en cuatro partidos han hecho saltar las alarmas de los asturianos, lo que no quita ni un ápice de dificultad al duelo. Eso sí, los blanquillos llegan con la adrenalina del triunfo para, esta vez sí, brindarle otro a todo el zaragocismo en directo.

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