La victoria del Real Zaragoza este jueves en El Plantío llevó consigo que el capitán, Alberto Zapater, subiese un escalón más en la historia del Real Zaragoza. Con 370 partidos a sus espaldas, el de Ejea de los Caballeros ha superado a Juan Señor y Miguel Pardeza, que acumulaban 369. De este modo, se coloca como el cuarto jugador con más duelos como zaragocista.
“Es un orgullo. Estamos hablando de jugadores que han sido historia, son palabras mayores”, ha señalado el jugador para los canales del club. Cada día que pasa “es un día que hay que disfrutar”, y este 5 de noviembre puede hacerlo “con una sonrisa” porque el equipo ganó. Evidentemente, le hace ilusión jugar y vivirlo siendo importante, pero su objetivo es que el equipo “gane, sume victorias vaya para arriba”. Así es como se “saborea” el fútbol.
Hoy en día, el deporte rey “está tan trabajado que es un deporte de equipo totalmente”, aunque hay jugadores que marcan diferencias. “No es mi caso, dependo del rendimiento de todos”, ha señalado con sinceridad. Si el equipo gana, “la valoración individual es mayor y todos rinden más”, y en este caso, hace meses afirmó que el Real Zaragoza “debía convertirse en un equipo ganador”.
En cuanto a la racha de empates, cree que hay que valorarlo, porque “el año pasado a estas alturas hubiesen sido derrotas”. Cada punto “va sumando y hace que el rival no sume”, por lo que “hay que darle valor”. Ahora se ha dado el primer paso para “sumar de tres en tres”, y espera que el triunfo ante el Burgos “sea un punto de inflexión”. Ganar es una satisfacción, hacer ver que las cosas se están haciendo bien y puede ser la primera piedra para salir de la zona de abajo.
Ahora es prioritario lograr tres puntos en casa ante el Sporting. “Nuestra gente se merece una victoria. Ayer vinieron a Burgos, entre semana y con mucho frío. Tenemos que darles porque nos van a devolver. Tenemos que conseguir que La Romareda sea una olla a presión, una fiesta”, ha aseverado. Todo pasa por el triunfo, el único remedio a los males futbolísticos.