El Huesca vuelve a mirar arriba tras conquistar La Rosaleda (0-2)

Escriche lideró la revolución tras el descanso ante el Málaga. Foto: S.D.H.
photo_camera Escriche lideró la revolución tras el descanso ante el Málaga. Foto: S.D.H.
Por primera vez con Xisco en el banquillo, el Huesca supo encadenar dos victorias consecutivas. Un gol de Marc Mateu y otro de Seoane sirvieron para conquistar La Rosaleda ante el Málaga (0-2) y reengancharse a la pelea por la zona alta de la tabla. El cuadro blaugrana ha vuelto a creer que es posible el playoff y ya piensa la tercera consecutiva ante el Almería. Se veía en las filas del Huesca un once reconocible, con Andrés en portería y una retaguardia compuesta por Florian Miguel, Ignasi Miquel, Pablo Insua y Gerard Valentín. Timor y Mosquera controlaban el centro del campo, con Seoane, Pablo Martínez y Marc Mateu secundando el pivote. Arriba, Poveda quería reencontrarse con el gol. En las filas de Natxo González se veían viejos conocidos de la categoría como Jozabed, Febas o Vadillo. Comenzaba mejor el Huesca, dando más sensación peligro que su rival, aunque enfrente había un Málaga que iba a ser peleón. Sin embargo, al cuarto de hora se entraba en una fase de estabilidad sin que hubiese nada reseñable en ninguna de las dos áreas. Un par de remates de Ignasi eran las aproximaciones del cuadro de Xisco, que no conseguía hacerse dueño del partido. Y en el minuto 22, el cuadro andaluz probaba a Andrés con un remate de espuela de Roberto Fernández. Poco entretenido se mostraba el duelo hasta entonces, sin ocasiones claras y dos equipos que seguían tanteándose bien entrado el primer asalto. Corría el 26 de la primera mitad y Paulino ponía un peligroso centro que terminaba atrapando Andrés, pero las aproximaciones brillaban por su ausencia. Se tocaba mucho y se generaba poco, la concentración era máxima y se buscaba más ahogar la salida de balón rival que las propias ocasiones. En los últimos compases de la primera mitad era el Málaga quien llevaba las riendas, y tuvo la más clara al filo del descanso. Andrés salvaba una internada de Roberto que Timor no lograba frenar. Y después llegaría Vadillo solo para plantarse ante Andrés, que de nuevo impedía el 1-0 para mantener el empate antes de llegar al túnel de vestuarios. Había que evolucionar si el objetivo era sumar tres puntos. Vuelco en la segunda mitad Escriche y Joaquín entraban al terreno de juego en la segunda mitad por Poveda y Pablo Martínez. Y aquí llegaría el gol oscense, justo a costa de los recién llegados. Joaquín entraba en banda, cantaba el arquero malacitano, Escriche recogía el cuero para cederlo atrás a Marc Mateu y el 0-1 era una realidad. Con todo de cara, el cuadro de Xisco debía guardar el resultado como un tesoro. Pero lejos de protegerse, el Huesca quería más, y apenas diez minutos después, en el 57, volvería a celebrarse otro tanto azulgrana. Una vez más, Escriche se la llevaba y veía -muy bien visto- a Seoane completamente solo. Y de nuevo, el máximo goleador del Huesca no fallaría, porque remataba el cuero al fondo de las mallas y encarrilaba el encuentro de maravilla. Aún tendría Escriche el tercero antes del 70, pero el balón golpearía en la madera. Dejaron morir los hombres de Xisco el partido en una Rosaleda de lo más tensa, donde el cuadro local, desde el fallo de Dani Barrio, se borró completamente. Ahí estuvo el Huesca para aprovecharlo y obtener tres puntos vitales que le permiten colocarse a siete del playoff con 27 por disputarse. Toca pensar en el duelo ante el Almería y lograr la tercera victoria consecutiva ante el Almería.