Mal partido de la Selección Española que terminó en derrota por 2-1 contra Japón, pero gracias a Alemania sirvió para pasar a octavos de final del Mundial. Dos tantos nipones al comienzo de la segunda mitad pusieron el miedo en el cuerpo español, y más en un pequeño periodo en que Costa Rica se adelantó a Alemania, pero dieron la vuelta. Los de Luis Enrique se adelantaron por medio de Morata, pero no sirvió para ganar; ahora se trata de olvidar este choque y centrarse en la eliminatoria contra Marruecos.
Tercer y último partido de la fase de grupos. Luis Enrique apostaba por una pequeña revolución con Unai Simón y una línea de cuatro compuesta por Azpilicueta, Rodri, Pau Torres y Balde. Gavi, Busquets y Pedri se ubicaban en el centro del campo y tridente arriba formado por Nico Williams, Morata y Dani Olmo. Por parte de Japón destacaban Take Kubo, de la Real Sociedad, y Kamada. El duelo se disputaría en el estadio de Jalifa.
El primer acercamiento serio llegaba por parte de los nipones, con una internada en el área de Kubo sin encontrar rematador. Responderían los españoles con Nico Williams en una jugada muy similar, culminada tras un rechace por Busquets, yéndose muy alto. Volvería a hacerlo Japón, precisamente tras un error de Busquets, pero el lanzamiento se estrellaba en el lateral de la red. Partido de ida y vuelta en los primeros minutos y un combinado nacional que logró en el 8 su primer remate a puerta a través de Morata.
Y sería en el 11 cuando el 7 abriría la lata. Un gran centro de Azpilicueta conectaba con Morata, que remataba de cabeza a placer y ponía el 1-0 en el estadio de Jalifa. Dominio nacional desde entonces, jugando a no sufrir y consiguiéndolo, sin conceder ocasiones, aunque tampoco generando un aluvión. Al minuto 25, la posesión del combinado de Luis Enrique era cercana al 80%. Había que tener cuidado, eso sí, con los pases atrás, que daban más sustos de lo esperado.
Parecía que despertaba Japón, y más tras esos aprietos en los que se ponían los propios españoles. Era el minuto 35 y los asiáticos habían elevado al presión. Las ocasiones en España habían desaparecido, y aunque dominaban la pelota, había que cuidar las contras y presiones. Poco más hasta el descanso, con una España que dominaba en el marcador y en el juego, válido para irse 1-0 al túnel de vestuarios y garantizarse por ahora el liderato de grupo.
SEGUNDA MITAD DESASTROSA
Nada más comenzar la segunda mitad, una de las pérdidas clásicas de España terminarían en el 1-1. Unai Simón comprometía seriamente a Balde, que terminaba perdiendo ante Doan, recién ingresado, y empate. Pero la cosa se pondría todavía peor. Japón anotaba otra vez, y aunque parecía que por unos centímetros había salido el cuero previamente antes de centrar, el VAR decretaba que había gol para el 2-1. Polémico, eso sí, porque la impresión es que había rebasado por completo al línea de cal. Azpilicueta, a todo esto, se había marchado lesionado al descanso.
Lo estaba pasando mal España, que veía cómo los asiáticos eran quienes tenían los acercamientos más peligrosos. Se la estaba jugando la Selección, porque una victoria de Costa Rica les dejaría fuera y, de hecho, llegó el gol de los costarricenses, aunque empataría después Alemania. Otra clarísima para los asiáticos la tuvo Asano, que recibió para sentenciar y falló estrepitosamente rondando el minuto 70.
Tuvo el combinado hispánico dos seguidas, una de Ferrán tras un disparo lejano de Asensio y otra de Dani Olmo en un mano a mano, ambas al filo del minuto 90. Nada más de ahí al final del muy mal encuentro que firmó España ante Japón. El 2-1 reinó hasta el final, toca olvidar el choque y poner la cabeza en los octavos contra Marruecos.