La Sociedad Deportiva Huesca calcaba lo de otros días a domicilio: competir, tener el triunfo en la mano y acabar cediendo dos puntos. En esta ocasión ante el colista, el Ibiza, que se adelantó, vio cómo los de Ziganda remontaban, para que un gol de Guerrero en la segunda mitad llevara las tablas, 2-2, definitivas al electrónico.
Le costaba en el arranque a la S.D. Huesca encontrarse cómodo sobre el césped de Can Misses en los primeros compases del juego, pero esa dificultad para darle más fluidez al juego recibió demasiado castigo. Porque el Ibiza se adelantaba en el minuto 18. El gol llegaba en un córner, que primero dio en el primer palo y sin que nadie lograra despejarla con efectividad, Coke estuvo rápido al rechace para hacer el primero.
Había tiempo todavía por descontar y el Huesca se mantuvo fiel a su idea inicial, logrando crear peligro en varias contras rápidas con Joaquín saliendo con velocidad, pero que no acabaron en balones claros de remate en el área. Pero la insistencia tuvo premio, y en una de ellas llegaba el gol del empate. Un gran control de Joaquín, que se giró y atrajo a los centrales para abrir a la incorporación de Obeng, que superaba al portero para igualar el marcador en el 37 de juego.
Parecía que quería reaccionar el Ibiza antes del descanso llegando con peligro sobre el área de Andrés, pero se guardaba Joaquín otra genialidad para que fuera su equipo el que se fuera por delante a los vestuarios. Asistía a Andrei de vaselina para que, dentro del área, la tocara lo justo para hacer el segundo un minuto después de que se cumpliera el reglamentario de la primera parte.
Empezó la segunda parte con un contratiempo para Ziganda, que se veía obligado a hacer el primer cambio, sustituyendo al lesionado Florian por Vilarrasa. No era el único varapalo, pues en el 68, el Ibiza volvía a igualar el marcador, en una acción en la que Cristian Herrera aprovechaba la falta de contundencia defensiva para batir a Andrés. Kento y Kanté eran los siguientes cambios azulgranas, entrando por Tomeo y Obeng.
El empate daba alas a los locales, vislumbrado un final de partido de ida y vuelta. Soko y Marc Mateu fueron las dos últimas apuestas de Ziganda para aprovecharlo, a cinco minutos de llegar al 90, más los cinco de añadido.
Pero fue el Ibiza el que tuvo más mordiente en el tramo final, poniendo el peligro con varios disparos desde la frontal, que no encontraron portería, pero que dejaron a los oscenses una jornada más sin vencer a domicilio. De hecho, quedó la sensación de que empate y gracias para los altoaragoneses.
