Después de un mes y medio sin rastro de Iván Azón en el Real Zaragoza, por fin ha vuelto a entrenar. No se le espera, lógicamente, para este partido; y previsiblemente, para el Albacete tampoco. El objetivo es que llegue al Levante, pero siempre garantizando una vuelta en condiciones. No se va a forzar al ariete en ningún caso, especialmente tras una temporada donde apenas ha podido participar.
Su primera participación ha llegado este viernes, cuando apenas faltaba esa y otra sesión más antes del partido del Huesca. Es la primera desde que se lesionó, y aunque todo apuntaba a que su recuperación no sería larga, ha estado un mes y medio sin poder competir. El Real Zaragoza ha echado mucho en falta al canterano este tiempo, y hasta este domingo, el cuadro aragonés estaba sumido en una crisis de gol y de resultados.
La nota negativa la ha puesto Marcos Luna, con una rotura de menisco que le puede llevar a decir adiós a la temporada. El anuncio lo ha hecho oficial el club este mismo viernes por la mañana, y para el míster, Fran Escribá, es un destrozo. Ante el Huesca, en principio tendrá que elegir entre Larra y Gámez, porque en el filial cuentan con Borge.
A estos hay que añadir a Jaume Grau y Carlos Vigaray, recientemente lesionados. El lateral tiene más gravedad que el centrocampista, porque tendrá que volver a pasar por el quirófano. Tampoco hay rastro de Víctor Mollejo, que también puede perderse lo que queda de temporada por su fractura de tobillo. El Real Zaragoza tiene que viajar a Huesca prácticamente en cuadro.
