Fiesta por el ascenso: Una afición de primera para un Teruel de Primera

La Plaza del Torico se llenó de miles de aficionados que querían celebrar el tan ansiado ascenso con el equipo. Fotografía: C.D. Teruel.
photo_camera La Plaza del Torico se llenó de miles de aficionados que querían celebrar el tan ansiado ascenso con el equipo. Fotografía: C.D. Teruel.

Quién le iba a decir a Teruel que iba a vivir una fiesta semejante. El pitido final de su encuentro ante el Formentera (2-1) fue el detonante para que la marea rojilla explotara en jubilo. Los tres pitidos del colegiado desataron la locura en Pinilla y los aficionados no se pudieron contener a salir al campo para celebrar conjuntamente un ascenso a Primera RFEF con un aroma muy especial. El Teruel lo había conseguido, era un equipo de Primera con una afición de primera.

Los hinchas aragoneses eran conscientes de la importancia del titulo cosechado y salieron al campo para festejar junto con los jugadores un triunfo coral. La pasión, los cánticos y la felicidad estuvieron presentes durante toda la celebración del Teruel, que en la próxima temporada jugará en Primera RFEF, tercer escalón del fútbol nacional.

Miles de gargantas coreaban al unísono un “Teruel es de primera, es de primera”. Un eslogan que llevaban tiempo queriendo cantar y que significa el triunfo turolense. Sentimientos como la desesperación, la frustración o la presión desaparecieron en un instante y abrazos, lágrimas, gritos y buen rollo invadieron un Pinilla que se sentía pleno. Distintas personalidades públicas como el propio presidente, Ramón Navarro, se mostraron visiblemente emocionadas conscientes de todo el esfuerzo y trabajo que hay detrás de esta promoción.

La afición turolense disfruto en masa de una celebración en la Plaza del Torico que nunca olvidarán. Fotografía: Ayuntamiento de Teruel.

A partir de las 16.00 horas, la Plaza del Torico se llenó de miles de aficionados que querían celebrar el tan ansiado ascenso con el equipo. Tanto el técnico del equipo, Víctor Bravo, como el presidente, Ramón Navarro, así como los integrantes de la plantilla agradecieron el incesante apoyo recibido a lo largo de un año que se guardará para siempre en sus retinas. El ritual de celebración tuvo su clímax cuando Redolar y Cabetas se acercaron y vistieron al Torico. Tras ellos, distintos efectivos, el propio Bravo o Navarro subieron en una cesta elevadora hasta la estatua para acariciarla y festejar desde lo más alto el triunfo aragonés.

Tras los actos realizados, comenzó la fiesta. Los jugadores del Teruel se subieron al escenario y todos dedicaron unas palabras a la afición, que está encantada con sus chicos y que desde el comienzo de la temporada llevó en volandas a sus pupilos. Asimismo, los jugadores agradecieron todo el apoyo recibido y puntualizaron el gran reto que se viene el próximo año, la cotizada Primera RFEF.