Alfredo García Lajusticia: "El atletismo puede abrir muchas puertas para vivir del deporte"

Lucha, esfuerzo y sacrificio. Como dijo el mejor el velocista de todos los tiempos, Usain Bolt: “No te puedes poner ningún límite, no hay nada imposible”, que es una breve descripción de lo que significa el atletismo. Esta disciplina está de celebración en Aragón por su centenario. El próximo viernes 19 de mayo, se homenajeará en su gala anual a los miembros de este deporte por sus logros conseguidos en la pasada temporada.

Uno de los más destacados ha sido el premio al mejor entrenador del año, Alfredo García Lajusticia, o Fredi, como lo conocen. El preparador que lo dejó todo para dedicarse plenamente a su pasión. Todo trabajo tiene su recompensa, y así ha sido para el entrenador aragonés, que se ha convertido en un referente en el mundo del atletismo.

PREGUNTA.- En primer lugar, enhorabuena por el premio al mejor entrenador 2022. ¿Cómo te sientes al recibirlo?
RESPUESTA.- Que te valoren siempre es importante. Es la recompensa a la labor que vas realizando individualmente, con el equipo multidisciplinar que tenemos y, además, a todos los logros deportivos de los propios atletas.

P.- ¿Cómo fueron tus inicios?
R.- Era atleta. Empecé en 1994 a correr. Lo compaginaba con mis estudios y fui mejorando como deportista. Hubo un año que decidí emplearme más a fondo e intentar dedicarme a ello. En 2003, tuve un accidente de tráfico, aunque me recuperé, cuando empecé incrementar los entrenamientos, lo acusé y decidí no seguir como atleta. Soy de Calatayud y vine a Zaragoza para seguir estudiando y me saqué las titulaciones de entrenador de atletismo y natación. Quise plasmar esos conocimientos que había adquirido y comencé a entrenar a niños en el colegio Juan de Lanuza. Luego, mi club siempre ha sido el Alcampo-Scorpio 71, importante en Zaragoza, Aragón y a nivel nacional.

P.- ¿Qué objetivos te planteaste como entrenador?
R.- Me puse varias premisas a lo largo del tiempo. Desde el principio lo tuve claro que quería tener un proyecto. Dejé mis estudios y todo por empezar a entrenar a niños, fue un cambio radical. A partir de ahí, quería llegar a lo máximo posible como entrenador, que son los Juegos Olímpicos.

P.- ¿Y a tus atletas?
R.- Una de las premisas que les puse era crecer con ellos para poder hacerlo yo también como entrenador. Me siento muy orgulloso. Con muchos de ellos llevo más de doce y trece años. Algunos de los que destacan han salido de mis primeros años entrenando. Es una gran satisfacción formar a niños que van llegando al alto rendimiento.

P.- ¿Se puede vivir del atletismo?
R.- Los límites muchas veces se los ponen ellos y también los propios padres. Siempre he dicho que vivir del atletismo es muy difícil. Es un deporte muy reconocido a nivel de valores, pero no lo es tanto a nivel económico, en cuanto a ayudas y tener una contraprestación en función del esfuerzo que haces. Los atletas de alto rendimiento entrenan mañana y tarde, tienen un estrés competitivo, y muy pocos llegan a vivir de ello. Aun así, el atletismo te puede abrir muchas puertas para poder vivir del deporte.

P.- ¿Qué es lo que más valoras de los atletas de tu equipo?
R.- Por ejemplo, hasta los 18 años, les pido las notas académicas para que vayan adecuadamente. Más del 90% de mis atletas mayores de edad son universitarios. Te reconforta mucho que puedan compaginar el deporte y los estudios para que aumenten sus posibilidades en la vida laboral. Pasada la adolescencia, valoro que esos deportistas tengan la cultura del esfuerzo para poder entrenar en el Fredi Team Atletismo. Tienen que ser 24 horas atletas. El “todo” es lo que te hace tener más posibilidades de acertar.

P.- ¿Cuál es tu metodología como entrenador?
R.- Me considero un entrenador educador. Es importante no tener más atletas de los que pueda atender, ya que tienes que dar una calidad mínima a los deportistas que tienes, y eso implica que dediques más tiempo a ese trabajo. Soy un entrenador que está al servicio de mis deportistas. Además, tener un grupo de entrenamiento de unas especialidades concretas, que van desde el medio fondo, los obstáculos, la maratón, marcha atlética, pruebas de fondo… Incluso, entrenar atletas de Spartan Race, Trail, así que me gusta innovar porque la variabilidad es importante. Hay que saber de todo un poco. Tengo mi propia escuela de formación que se llama Élite Sport, y trabajamos a nivel multidisciplinar todas las pruebas del atletismo para que, en un futuro, el deportista pueda especializarse en alguna de ellas.

P.- ¿Qué opinas del Alto Rendimiento?
R.- Es exigente, es bonito, pero requiere mucho esfuerzo y, a veces, es muy desagradecido porque es más importante el resultado. Para vivir esa experiencia hay que tener un carácter, una personalidad, una psicología, diferente. Este año, es la primera vez que tengo un atleta profesional, Eduardo Menacho, que acaba de proclamarse subcampeón de España absoluto en cinco kilómetros a ruta, y ha fichado por una importante marca deportiva. Es un deportista que llevo desde los diez años, y he vivido todo ese proceso, y como él, hay varios deportistas que están llegando a ese alto rendimiento: campeonatos de Europa, del mundo… Espero que dentro de unos años exista un grupo profesional de Alto Rendimiento.

P.- Hemos visto muchas casos de deportistas que compaginan el atletismo con otro deporte y al final tienen que decidirse por uno u otro, ¿qué piensas de este asunto?
R.- Es súper importante el momento en el que se toman las decisiones. Siempre se ha dicho que el atletismo es la base de cualquier deporte, ya que desarrollas unas cualidades que en otros deportes te van a ayudar muchísimo. Cuando se llega a cierta edad, sí que es importante valorar si se pueden compaginar. Se han dado casos. El de Sergio del Barrio, que el año pasado fue campeón de Europa de obstáculos, y tuvo que tomar la decisión de elegir entre el fútbol y el atletismo y, también, me pasó con Carlos Mayo, que estaba entre el baloncesto y el atletismo. Hay que esperar la elección, no precipitarse y cómo lo vivan ellos.

P.- ¿Cuáles son tus próximos retos?
R.- Echas la vista atrás y piensas que tienes 50 o 60 medallas nacionales, empiezas a tener un valor y te vas marcando retos personales que sean accesibles. Mi sueño es entrenar a un olímpico, pero es muy difícil y hay que trabajar. El mayor reto que me he puesto es hacer del atletismo mi profesión. Es muy emocionante que la gente que me rodea lo pueda vivir con la pasión que lo hago yo, es muy gratificante. Uno de mis proyectos, el de París 2024, era conseguir un equipo multidisciplinar, y ver con satisfacción un campeonato de Europa y decir: “a ese atleta lo he entrenado y es parte de mi trabajo”.