El Teruel se ha entrenado este lunes en el campo del Santa Isabel.

El momento que está atravesando el C.D. Teruel no es precisamente un periodo de sonrisas y tranquilidad. Pinilla vio este pasado domingo, ante el Celta B (0-2), como su equipo no era capaz de encontrar la senda de la victoria por decimotercera jornada consecutiva. Esta mala racha que deja a los turolenses penúltimos, empatados con el colista y próximo rival, el Sabadell, y ha provocado que el que fue durante cuatro años técnico de la casa, Víctor Bravo, haya hecho las maletas al ser cesado.

Este lunes el equipo se ha entrenado en Santa Isabel, ya sin el exentrenador, y con el director deportivo, Fran García, al frente, aunque dejando protagonismo a los preparadores físicos y staff del club, que han dirigido la sesión. Según ha comentado el club a este diario, la decisión de García es interina y todavía no saben a ciencia cierta qué va a pasar en el futuro respecto al nuevo y futuro entrenador del equipo.

Lo que sí que es seguro es que el Teruel debe despertar de esta pesadilla cuanto antes. La salvación se encuentra a seis puntos y pese a no haber levantado la cabeza todavía, es posible. Principalmente porque la mala fortuna sufrida por el cuadro turolense también ha llegado para los equipos de la parte baja, que no consiguen sumar prácticamente ninguna victoria en los últimos choques y esto hace que la búsqueda por la permanencia se comprima.

Taliby descansando durante el entrenamiento de este lunes, ya sin Víctor Bravo.

LA DERROTA ANTE EL CELTA B (0-2)

El último choque fue la demostración de que el Teruel necesita un cambio de aires, o al menos un soplo de viento fresco que alejen los fantasmas con los que se están topando los aragoneses. El choque ante el Celta B no parecía sencillo sobre el papel, pero sí que apuntaba a ser más igualado de lo que acabó resultando una vez conocido el resultado. De hecho, el duelo arrancó con un Teruel sufridor, que supo contener los vaivenes del cuadro gallego, instaurado en el segundo puesto de la tabla. Taliby se tuvo que emplear a fondo con un par de estiradas y gracias a ello, el resultado al descanso fue de empate a cero.

La segunda parte tenía mucho que ofrecer en comparación a la primera. En el 48, apenas tres minutos después de la reanudación de la cita, un buen centre de Lucas Antañón rebotó en el cuerpo de Sanchís, que intentaba cortar el balón y que se metió un gol en propia puerta para hacer el primero para los visitantes. Alguna ocasión suelta del Teruel se produjo con un centre-chut muy lejano de Aparicio que acabó envenenándose, obligando a Ruly a hacer una buena parada por alto para mandar el balón a corner. El Celta B no se arrugó y fruto de incidir en la portería turolense encontró el gol. Un buen derechazo de Miguel Román en el 80 fue suficiente para poner el segundo y finiquitar un partido en el que se le vieron las costuras al Teruel.

Tras este mal resultado, el ya extécnico del Teruel, Víctor Bravo, fue cesado tras cuatro años, y actualmente el equipo se encuentra en la búsqueda de un nuevo capitán que intente navegar por las dificultosas aguas de Primera RFEF. El viento va en la dirección contraria al Teruel, pero todavía está a tiempo de revertir la situación. Eso sí, darle la vuelta significaría empezar a sumar de tres en tres y ofrecer un juego mucho más superior al mostrado hasta el momento. Seis derrotas consecutivas de un equipo que solamente atesora siete puntos.

El primer paso sería reencontrarse, o mejor dicho, conocer la victoria ante el Sabadell. Los catalanes son colistas y atraviesan una dinámica mucho peor que los turolenses con pleno de derrotas en sus últimos cinco choques. Eso sí, los siete puntos ganados han venido gracias a un empate y dos victorias, cosa que todavía no conoce el Teruel y por la que luchará antes de que sea demasiado tarde.

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