El zoo humano

Tememos al oso, no a sus crías, que son adorables. También se ha dicho de los niños que son encantadores, qué lástima que se hagan adultos. Los cervatillos no parecen muy inteligentes, pero sí muy simpáticos. ¿Qué le deberíamos cambiar al ciervo para transformarlo en otro animal más pequeño pero mucho, mucho más inteligente?

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Si al “ciervo” le cambiamos la “i” por la “u”, lo convertimos en “cuervo”

Juvenal, poeta satírico romano (60-128 d.C.): “La censura perdona a los cuervos y se ensaña con las palomas”