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Más significados: Es también tomarse algo (o a alguien) a chunga o a chacota y, además, es guasa, burla, chanza, broma o “vacile”. Pero también es dar gato por liebre, hacer el primo, quedarse con alguien, e incluso hacer la pelota, dorar la píldora o vender la moto.
Origen: Podría tener su origen en la Antigüedad y/o en la Edad Media, pues tirar a alguien de la barba o de los cabellos era para griegos, romanos y godos una grave ofensa por ser signos externos de dignidad varonil. Los godos lucían barba espesa y cabello largo, y al cortarlos quedaba rebajaba su nobleza a la de un vulgar romano.
El caso de Wamba: El rey godo Wamba fue víctima de una conspiración que le costó el trono. Era el año 680. Bajo los efectos de un narcótico, a Wamba le fue rapada la cabeza y segada la barba (de ahí la tomadura de pelo), lo vistieron con hábito de monje y no tuvo otra salida que renunciar a la corona.
La barba imperial de Adriano: Para los romanos raparse la barba era moda de ida y vuelta. Cuando Adriano subió al trono no era costumbre lucir barba, pero una erupción cutánea en su rostro indujo al emperador a usarla para ocultar unas señales que afeaban su imagen. Y así Adriano puso la barba de moda otra vez.
Origen: Podría tener su origen en la Antigüedad y/o en la Edad Media, pues tirar a alguien de la barba o de los cabellos era para griegos, romanos y godos una grave ofensa por ser signos externos de dignidad varonil. Los godos lucían barba espesa y cabello largo, y al cortarlos quedaba rebajaba su nobleza a la de un vulgar romano.
El caso de Wamba: El rey godo Wamba fue víctima de una conspiración que le costó el trono. Era el año 680. Bajo los efectos de un narcótico, a Wamba le fue rapada la cabeza y segada la barba (de ahí la tomadura de pelo), lo vistieron con hábito de monje y no tuvo otra salida que renunciar a la corona.
La barba imperial de Adriano: Para los romanos raparse la barba era moda de ida y vuelta. Cuando Adriano subió al trono no era costumbre lucir barba, pero una erupción cutánea en su rostro indujo al emperador a usarla para ocultar unas señales que afeaban su imagen. Y así Adriano puso la barba de moda otra vez.