Todo listo para que en unas semanas comience la construcción del "BonÀrea de Aragón"

El fundador del grupo empresarial, Jaume Alsina, lo ha anunciado minutos antes de que el Consejo de Gobierno diera el visto bueno
photo_camera El fundador del grupo empresarial, Jaume Alsina, lo ha anunciado minutos antes de que el Consejo de Gobierno diera el visto bueno

El próximo mes de abril comenzará a levantarse en Épila el “BonÀrea de Aragón”. Así lo ha definido el fundador de este grupo empresarial, Jaume Alsina i Calvet, minutos después de que el Consejo de Gobierno autonómico haya dado el visto bueno al último paso de los compromisos que la DGA adquirió hace dos años tras la firma del convenio marco con Guissona, que suponen el punto de partidas de las obras.

En la planta de Épila que ahora empieza a construirse, ha explicado Alsina, “están gran parte de nuestras esperanzas futuras”, que permitirán continuar con “nuestra misión clara de apoyar a los agricultores”, lo que ha permitido “mantener a las familias en los pueblos para que sigan vivos”.

Tal y como ha detallado, el órgano gestor de la Corporación Alimentaria Guissona S.A. acaba de aprobar la inversión de 20 millones de euros para la explanación de los terrenos, que durará diez meses. Una vez termine, dará comienzo la construcción de las primeras naves.

De ellas, según Alsina, la más importante será el centro logístico, que esperan tener listo entre 2021 y 2022, que permitirá ampliar su mercado hacia el resto de España, con el objetivo puesto en Madrid y Valencia. Eso sí, el centro epilano logístico y de producción no estará a pleno rendimiento hasta dentro de diez años, según las estimaciones de BonÀrea, lo que permitirá alcanzar la cifra de 3.800 puestos de trabajo directos en ella.

Cuando esté terminado, consumirá el agua de un municipio como el de Calatayud, su demanda eléctrica será como la de la planta de General Motors y la gestión de saneamiento y depuración se equiparará a las necesidades actuales de la capital turolense. Comparativas que ha planteado el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, quien ha sido el encargado de exponer las labores desarrolladas por el Ejecutivo durante dos años tras la firma “y que culminamos hoy”.

Tal y como ha explicado, este martes se ha aprobado definitivamente el Plan de Interés General Autonómico (PIGA) para la implantación de la plataforma agroalimentaria, y se ha autorizado a Suelo y Vivienda de Aragón para que inicie la licitación de las obras de la Fase 1 para la ejecución del PIGA por un importe total de 22,9 millones de euros más IVA. En total, unos 29 millones, de los que BonÀrea reembolsará 5,1 millones a las arcas públicas.

La inversión que ahora aporta la DGA se hará cargo de aspectos externos a la planta, como la adecuación de los accesos o la urbanización de la parcela de 35 hectáreas que se encuentra al otro lado de la carretera A-1305, que conecta el municipio con la A-2. Las obras de las que se encargará la Comunidad Autónoma podrían empezar en unos 5 meses y durará unos dos años, según las estimaciones de Soro.