Niño-Becerra vaticina que la crisis no acabará hasta 2023, en una Jornada ADEA

El mediático profesor Santiago Niño-Becerra, catedrático y doctor en Economía, ha sido este jueves el protagonista de una nueva jornada de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), con el tema de su último libro, “El crash. Tercera fase”. Este trabajo, escrito en colaboración con la periodista Natàlia Vila, supone el cierre de una tetralogía sobre la crisis, que comenzó en 2009 con la publicación del libro “El crash de 2010”.

Niño-Becerra ha analizado, en esta ocasión, “las razones por las que aún estamos en crisis”. De esta manera, ha evidenciado cómo a mediados de 2018 comenzó la tercera fase de la crisis, que se prolongará, según el profesor, unos cuatro o cinco años más. “En términos comparativos a nivel histórico es como si estuviéramos en 1937, comparando esta crisis con la gran depresión”, ha explicado.

Según el catedrático, “aunque se diga lo contrario, aún estamos en la crisis que empezó en 2007, de hecho, supuso el inicio de algo que aún no se ha resuelto”. La crisis, explica el invitado, “se produce porque el modelo se agota, y solo se resolverá cuando esté diseñado y sea operativo un nuevo modelo… Y ni se ha diseñado ni está operativo, se está formando”.

Niño-Becerra detalla en su libro todas las crisis que hay dentro de “LA” crisis, que son “crisis de la deuda, crisis de la confianza, crisis de la certidumbre, crisis de sobreproducción y subconsumo, crisis del empleo, crisis de recaudación fiscal, crisis tecnológica, crisis social, crisis de la política, crisis de la banca en el mundo, crisis de la banca en España, crisis de los recursos y crisis de las materias primas”.

El economista dibuja a partir de 2023 un escenario sociopolítico muy diferente al actual con la instauración de “una economía muy determinada: grandes corporaciones, poderes transnacionales…, que ofrece, evidentemente, una estabilidad general pero genera, a nivel personal, una incertidumbre muy grande”.

“No volveremos a lo que vivimos ni a cómo lo vivimos. Nunca volveremos a ser ni cómo fuimos ni lo que fuimos. Porque los años que vendrán más allá de esa fecha serán tiempos de inestabilidad e incertidumbre personal en un contexto de ultra flexibilidad controlada, de estabilidad inestable”, ha recalcado el invitado.

Así, Niño-Becerra ha vaticinado que, ante este modelo totalmente nuevo, “el capital ganará mucha más importancia que en la actualidad, recayendo el peso en las corporaciones y obligando al sector público a redefinirse”.

Una situación que la población, en términos generales, no comenzará a percibir hasta el año 2020 o 2021. A partir de ese momento, “que cada palo aguante su vela”, ha asegurado.

Asimismo, Santiago Niño-Becerra ha criticado la “falsa sensación de júbilo que ha hecho creer a la población que la crisis ya estaba solventada”. Una ilusión que ha generado “estas inyecciones de anfetamina, de dinero, por parte de los bancos centrales”.

En los próximos cinco años de esta “tercera fase”, ha insistido el profesor, “la tecnología no solo va a progresar de una forma espectacular en el ámbito productivo, sino que se va a tomar conciencia de tal avance”. A lo que ha añadido que “con todos estos cambios tecnológicos, el papel de las personas en los años venideros acabará siendo otro. Aparecerán otras profesiones, pero también van a destruirse muchos empleos”.

Durante la jornada, Niño-Becerra se ha referido también al futuro del automóvil en Europa, asegurando que “el actual modelo ha muerto y no por el medio ambiente o por la renta, sino porque vamos a un modelo de coches autónomos y eléctricos y al vehículo compartido”, por lo tanto, la producción de coches va a bajar, el modelo de una persona – un automóvil va a terminar, pasaremos a la economía compartida y eso los millennials lo han entendido”, ha concluido.

A lo largo del coloquio, y respondiendo a las preguntas del público, Niño ha afirmado que la tecnología, “va a hacer mucho por el medio ambiente, pondrá en marcha procesos productivos eficientes”, ha afirmado que “la clase media está desapareciendo y aumenta la desigualdad” y ha apostado por “la renta básica” como solución.

“Niño-Becerra ha participado en ocasiones anteriores en ADEA, coincidiendo con sus publicaciones, para trasladar a los directivos sus impresiones sobre el estado de la economía en el país y a nivel global”, ha indicado el presidente de ADEA, Salvador Arenere, que ha añadido que la primera vez que el economista participó en un foro de ADEA, en marzo de 2010, “ya avisaba de que llevábamos 4 años de caída económica. Parece que no se equivocó y, por eso, hay quien lo llama el profeta de la crisis”, ha recordado. “Cuando volvió en 2011, aseguró que la actual crisis económica traería consigo un nuevo modelo basado en la productividad y la eficiencia con menos recursos”, ha concluido. Un proceso del que, ya entonces y todavía en la actualidad, continúa insistiendo Niño “no se saldrá hasta el año 2023”.

La jornada, moderada por Luis Humberto Menéndez, jefe de la Sección de Economía de Heraldo de Aragón, se ha celebrado en el Salón de las Columnas del Edificio Bantierra de la capital aragonesa.