La UCA propone instalar traductores simultáneos en comercios para favorecer la integración social

Una veintena de establecimientos de la ciudad ya se han adherido al Código de Buenas Prácticas
photo_camera Una veintena de establecimientos de la ciudad ya se han adherido al Código de Buenas Prácticas

La Unión de Consumidores de Aragón lleva tiempo trabajando en el desarrollo de un novedoso programa social que busca romper toda posible barrera sociocultural en Zaragoza. Se trata de un códice multidisciplinar de buenas prácticas creado ex profeso para los comercios de la ciudad en el que se detallan diez puntos clave o recomendaciones a seguir con un claro objetivo: impulsar la inclusión social y favorecer la integración de personas migrantes dentro de la dimensión del consumo local aragonés. Entre ellos, la UCA propone una posibilidad futura de que sea instalado en la capital aragonesa un sistema de traducción simultánea in situ como una herramienta más para ayudar a mejorar la comunicación entre vendedores y los clientes extranjeros, dejando atrás la dificultad idiomática.

En palabras de la presidenta de la Unión, Fernanda Blanco, este código de buenas prácticas trata de plantear un nuevo paradigma “en los actos del consumo” de la ciudad, para que empiecen más a tenerse en cuenta las realidades sociales actuales y ayudar a aquellos que han venido a esta tierra para hacer de ella “su tierra”. Esto es, inculcar en el empresariado una cultura “de compromiso” con el entorno sociocultural que beneficie la fluidez intercultural, el entendimiento y la convivencia. Para Blanco, se ha recurrido a este planteamiento porque, lejos de contemplarse como una apuesta “arriesgada”, se cree decididamente en las interesantes “oportunidades” que ofrece constituirse como una población basada en las leyes de la inclusión.

Sobre la propuesta de instalar traductores, la presidenta de la UCA ha manifestado su visión acerca de la importancia que podría tener la vinculación de la administración general de Aragón. Es decir, que sea el Gobierno de Aragón -desde la dirección general de Consumo- el que “facilite” la situación al empresariado, proporcionando, quizá, alguna medida en ese sentido. Sin embargo, consciente al mismo tiempo de que la iniciativa llevará su tiempo, Blanco ha aclarado que “todavía” la DGA no se ha pronunciado al respecto.

Este código, al que ya se han adherido más de una veintena de establecimietos, así como la Asociación de Empresarias de Aragón (Arame) y la propia Cámara de Comercio, agrupa las recomendaciones aplicables en los distintos ámbitos del consumo, de acuerdo con las exhaustivas observaciones que se han llevado a cabo tras el análisis de experiencias y opiniones tanto de Asociaciones de Inmigrantes como del tejido empresarial aragonés.

Así, algunos de los compromisos del código vienen a referirse a instaurar un clima de disposición por parte de la población inmigrante y los dueños de los locales y empresas para la comunicación ya sea verbal o no verbal. Asimismo, plantea estimular la voluntad de contratación de extranjeros en los distintos sectores, paralelamente a la opción de promover de manera intencionada el contacto entre colectivos (casas de la Cultura, Confederaciones Empresariales, Asociaciones y servicios municipales). Todo ello, a fin de favorecer el conocimiento y resolución de dudas de las personas de origen extranjero en los distintos ámbitos de consumo.

Otro punto importante que refleja el código es la apuesta por la visibilidad de productos de importación, acompasando así la oferta de alimentos y productos a los distintos hábitos alimenticios de la producción inmigrante. También, recomienda la promoción de la igualdad de oportunidades y el favorecimiento de la comprensión tanto de la actividad de consumo practicada en España (por ejemplo, la existencia de las hojas de reclamación), o todo aquello referente a la legislación vigente.