
El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, ha visitado la zona en la que se realizarán las obras de urbanización exterior para la implantación de la plataforma agroalimentaria BonÀrea en Épila. Las actas de replanteo de las obras se han firmado este mismo miércoles, a través de Suelo y Vivienda de Aragón, y las máquinas comenzarán los trabajos en las próximas semanas.
Soro ha recordado que en estas obras se invertirán un total de 16.403.619 euros y se actuará en un total de 242 hectáreas, distribuidas en dos sectores que están separados entre sí por la carretera A-1305. “Desde el Gobierno de Aragón lo que hacemos es construir las infraestructuras generales que dan servicio al conjunto del sector”, ha manifestado, es decir, instalaciones eléctricas, conductos de gas, sistemas de telecomunicaciones y conducción de aguas pluviales y residuales.
Los trabajos se dividen en dos lotes; el primero se dedica al abastecimiento de suministros y el segundo, adjudicado a Acciona Construcción, S.A., servirá para construir las glorietas y los viales de acceso a ambos sectores. Tienen una duración prevista de 24 y 16 meses, respectivamente.
Paralelamente, Guissona sigue excavando galerías y acondicionando el terreno para levantar las naves. La más importante de ellas es el centro logístico. “Es una planta de unos 108.000 metros cuadrados y esperamos que sea la primera que pongamos en marcha”, ha recalcado el responsable de Ingeniería y Energía de Guissona, Andreu Puig. Cuando esté acabada será el punto de suministro y expedición de pedidos y podría comenzar a funcionar en año y medio.
Durante el siguiente mes comenzarán a verse ya los primeros edificios. A su vez, el municipio va a poner más suelo disponible para poder levantar vivienda. “Hay un sector privado que ya está negociando con empresas para construir vivienda, nosotros tenemos otro sector donde se proyectan 240 viviendas y otro sector privado más con 300”, ha constatado el alcalde, Jesús Bazán.
Además, son numerosas las empresas que se han mostrado interesadas por establecerse en la localidad y se creará una parcela de 17 hectáreas, gestionada junto al Ayuntamiento, para las que quieran instalarse. Un macrocomplejo que tirará también del empleo, con más de 4.000 puestos directos en los próximos años.
Épila se beneficiará a sí mismo de la red de gas que se pondrá en marcha para abastecer la fábrica de BonÀrea, un proyecto largamente esperado por el municipio.