Los empresarios de Aragón, preocupados por si la subida del SMI hace peligrar su productividad

CEOE Aragón insta a abandonar la idea de nuevas alzas “forzadas unilateralmente”
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El próximo martes, el Consejo de Ministros aprobará la nueva subida de Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España, que ha sido fijada en un 5,5% con respecto a su última modificación hace un año. La aplicación, que acogerá efectos retroactivos al 1 de enero, situará al SMI en los 950 euros brutos en 14 pagas y en los 1.108 euros en la modalidad de 12 pagas. La Patronal aragonesa se ha pronuncia al respecto, mostrando su “preocupación” por considerar que el alza del salario mínimo podría “poner en riesgo” tanto a empresas como al propio empleo, porque las empresas se verán en la obligación de aumentar el gasto, independientemente de los ingresos generados. Alertan, además, de de un posible resurgimiento de “la economía sumergida”.

La delegación de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe) en Aragón, considera que las compañías de la Comunidad van a verse de aquí en adelante “obligadas a asumir” en dos años un repunte del 29,1%. A pesar de que la afección directa en empresas y trabajadoras resultará “minoritaria”, la patronal considera que la subida repercutirá “indirectamente” en el conjunto del tejido empresarial y el mercado laboral.

Los cálculos de CEOE Aragón plantean que los trabajadores que perciben el SMI en Aragón son aproximadamente 61.902 (en España 2.089.048), lo que supone el 13,06% de los asalariados y el 10,6% del total de ocupados (incluyendo también a los empresarios autónomos). De hecho, argumentan, la gran mayoría de los convenios en Aragón y en España “fijan sus salarios inferiores por encima del SMI”.

Son la agricultura y los servicios de limpieza junto a los afiliados al Sistema Especial Hogar de la Seguridad Social, los que concentran la mayoría de trabajadores con el Salario Mínimo. A ellos se unen en el ámbito nacional parte de los sectores de comercio y hostelería. Para CEOE, con el aumento del SMI, estos sectores, intensivos en mano de obra, sí pueden ver comprometida “la viabilidad”, sobre todo, de pequeñas empresas.

Así, al representar los costes laborales un porcentaje “muy importante de su volumen global” de costes, también podría afectar a la viabilidad de sus empleos, ya que se verían ven obligadas a aplicar la subida “se produzcan o no aumentos de productividad y precios que permitan afrontarla”. El incremento supone, explican desde CEOE, “un alza de la cotización a la Seguridad Social tanto en la cuota empresarial como para los trabajadores”.

Por todo ello, CEOE argumenta que la combinación de estos factores “puede llevar al recorte de las horas de los contratos o la reducción del empleo en las empresas”. En el peor de los casos, matiza, “en el ámbito de los empleados del hogar, puede producir un repunte de la economía sumergida, con efectos negativos para trabajadores, empleadores y Administración, puesto que se traduciría en menores cotizaciones y pagos de impuestos”.

Por otro lado, CEOE Aragón ve “muy previsible” que la suma de subidas continuadas del SMI “presione al alza en la negociación colectiva del resto de trabajadores” y repercuta, así, “negativamente” sobre el clima laboral general.

Aun con el punto positivo de que se haya consultado in extremis a los agentes sociales y rebajado el aumento del SMI inicialmente anunciado para este año, “preocupan mucho” los anuncios del Gobierno en esta materia y en el conjunto del terreno laboral, que para CEOE debería “mantenerse estrictamente en el ámbito del diálogo social si se quiere mantener un clima laboral y una implicación positiva del tejido productivo, indispensable para el avance de las empresas y el mercado laboral”.

Podría resentirse el empleo

En cuanto a los efectos de la subida del SMI sobre el empleo, CEOE Aragón calcula que en la Comunidad Autónoma se podrían haber creado al menos 1.333 empleos más en 2019 (casi 4 al día), de no haberse producido el alza del año pasado. Se trata de una estimación, argumenta CEOE, “a partir de las diferencias de cotizantes a la Seguridad Social, con la que el BBVA ha cifrado en un reciente informe en 45.000 los asalariados menos alcanzados en 2019 en el ámbito nacional respecto a su potencial aumento si no se hubiese producido el alza del SMI”. Así, calcula que el “efecto negativo” sobre el empleo del primer año se “incrementará progresivamente” por la afección a la cuenta de resultados de las empresas y las anunciadas subidas posteriores.

Desde CEOE Aragón recalcan su posición, contemplando que los salarios deberían “ir ligados a la productividad y al reparto de los ingresos de una empresa que se establece a través de la negociación colectiva entre trabajo, impuestos y margen empresarial”. Si no es así y los salarios crecen por encima de los ingresos que generan, “la empresa está abocada a pérdidas y, si persisten, al cierre; con la pérdida parcial o total de empleos que esto supone”, zanjan.

Otro problema importante que plantea la subida forzada del SMI es para CEOE “el desfase de los contratos públicos firmados contemplando los salarios previos a estas alzas”. Las empresas “no deben ni pueden asumir las pérdidas sobre lo contratado que les supondrá esta subida que les viene impuesta, y que deberían ser asumidas por las Administraciones mediante la actualización de las condiciones de las contratas”, explican.

En definitiva y dando por descontadas las dos últimas subidas del SMI, CEOE Aragón insta a abandonar la idea de nuevas alzas “forzadas unilateralmente”, retomar el diálogo social, el contenido y el valor que le da la Constitución, así como a evitar en otros ámbitos medidas negativas para la actividad empresarial, “máxime en una etapa de desaceleración como la actual”, concluye.