CCOO y UGT emplazan al Gobierno a formar una mesa definitiva que zanje el futuro de Andorra sin la Térmica

Los representantes sindicales creen que "ha llegado el momento" de aclarar la situación de la zona y empezar a planificar
photo_camera Los representantes sindicales creen que "ha llegado el momento" de aclarar la situación de la zona y empezar a planificar

Martes 30 de junio. El día en el que la Central Térmica de Andorra cerrará sus puertas para siempre. La fecha apremia, pero la incertidumbre sigue apoderándose de un Aragón inoperativo que se ha dado de bruces con el cierre, sin que se haya resuelto la situación de vacío que dejará la central. Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, llevan tiempo reprobando la gestión del conflicto de la Térmica, ya que aseguran que la nebulosa del cierre no ha dejado de alimentarse de un continuo cúmulo de “rumores”, “abstracciones”, “informaciones cruzadas” y “dispersión”, sin llegarse a acatar el problema. Por ello, creen que “ha llegado el momento”. El de poner las cartas sobre la mesa. Le exigirán al Gobierno de Aragón la “inmediata” creación de, precisamente, una mesa de diálogo -la definitiva- en la que se zanje y planifique “de una vez”, el futuro de Andorra.

Ante los micrófonos de los medios de comunicación, los máximos representantes de ambos sindicatos, Manuel Pina y Daniel Alastuey, han emplazado al ejecutivo aragonés a hacer lo que “no se ha hecho hasta ahora”: convocar una reunión en la que “nos sentemos todos” y de la que nadie salga sin que se haya programado un protocolo a seguir por todos los “actores involucrados”. Una hoja de ruta para articular “medidas concretas” que doten de “certidumbre” al porvenir de un territorio que queda ahora lastrado sin su principal fuente de empleo y producción. Ahora, tan solo queda esperar a recibir “respuesta” por parte de DGA.

Los sindicatos contemplan intolerable que persista semejante inseguridad entre los cientos de empleados que, en pocos días, “perderán su trabajo”. Ven asimismo imprudente que siga sin aclararse el proceso de “reindustrialización” previsto para la zona, pues continúa sin conocerse el qué, el cómo y el cuándo. Es decir, a estas alturas, no se les ha informado oficialmente sobre el número de empresas que se están planteando instalarse aquí, o acerca del cómo va a repartirse “la carga de trabajo” en cuanto al propio desmantelamiento de la central o a la instalación de los parques fotovoltáicos en su lugar. En ese sentido, recuerdan que ambas actuaciones sí proporcionarán trabajo a los empleados afectados, pero alertan de que aún no se ha especificado por cuánto tiempo será o en qué condiciones.

Por todo ello, remarcan la importancia de que, en la mesa, tanto sindicatos como empresarios y las distintas administraciones implicadas tracen una verdadera “unidad de acción política”. La disconformidad va a estar presente en todo momento, aseguran, pues consideran que esta no debiera ser “una mesa cualquiera” -como las que, en su opinión, vienen celebrándose con anterioridad-, sino que ha de constituirse como una suerte de misión colectiva para garantizar el porvenir de la región. Una región que, de no resolverse el problema, estará irremediablemente abocada al abandono. Es lo que “la gente hará” si no hay “alternativa de trabajo”, lamentan.

Recuerdan que para el día 27 está programada una reunión en la que está previsto que participen técnicos del Ministerio de Transición, representantes de las comarcas afectadas, empresarios, sindicados, administración general de Aragón y hasta incluso asociaciones de vecinos. Sin embargo, reconocen que dicho encuentro les despierta la habitual sensación con que lo hacen este tipo de reuniones, ya que suelen centrarse únicamente en la medición del pulso de la zona, en “escuchar sus voces”, pero sin que se determinen “acciones políticas” urgentes. Mientras, seguirá asimismo programada en el calendario la esperada gran manifestación de este sábado 29, víspera del cierre, para que la ciudadanía grite por Andorra.