La Confederación Española de Comercio (CEC), ante la alerta sanitaria, ha remitido una carta al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ante el grave impacto que esta situación está teniendo sobre el pequeño comercio. Por ello, su presidente, Pedro Campo, ha planteado en la misma una serie de medidas para poder paliar esta situación.
Uno de los puntos es la petición de la suspensión o aplazamiento de las rebajas de verano con el objetivo de no debilitar más al comercio de proximidad, que no podrá competir con la capacidad para aplicar una fuerte reducción de márgenes de beneficio que sí tienen las grandes superficies. En este punto, el presidente de ECOS, José Antonio Pueyo, ha explicado que “lo que hemos solicitado es que esta campaña, que era de inminente comienzo, se retrase o posponga. Lógicamente, comprende todo tipo de compras: físicas, online y telefónicas”.
Además, desde ECOS han traslado la petición de “un debate o una reflexión profunda” sobre la liberalización o no de las rebajas. “Actualmente, cualquiera puede poner un periodo de rebajas cuando quiera siempre que cumpla con los estándares de calidad y tiempo, pero creemos conveniente que se delimiten muy bien dos tipos de rebajas y limitarlas en el tiempo”, ha detallado Pueyo.
También desde CEC urgen una inyección de liquidez de forma urgente. Al menos un 65% del pequeño comercio de todo el país permanece cerrado desde el inicio del estado de alarma, teniendo que asumir costes y sin percibir ingresos, lo que les coloca en una situación de máxima vulnerabilidad. Según los datos de la CEC, sin medidas efectivas, se estima que un 20% del sector (más de 80.000 establecimientos y más de 240.000 puestos de trabajo) ha cerrado sus puertas con las dramáticas consecuencias que esto supone.
En la carta se solicita también la implantación de un tique especial de compra, destinado a la adquisición de compra en pymes del pequeño comercio con objeto de favorecer la recuperación de la demanda y paliar los posibles cambios de hábito de consumo que se puedan producir tras el reinicio de la actividad; la suspensión del recargo de equivalencia, un coste fijo que en este contexto resulta injustificado al no estar realizándose ningún tipo de aprovisionamiento; la no aplicación durante el ejercicio 2020 de los recargos por IRPF en los tramos autonómicos del impuesto; mayor protección a los comercios que se mantienen abiertos, por considerarse actividades esenciales.
También, desde CEC, se solicita que por parte de las diferentes administraciones públicas se proceda al pago inmediato de las cantidades que se adeudan a pymes de comercio y servicios o la puesta en marcha de un Plan Renove para la ayuda a la compra de electrodomésticos de clasificación A+++ de bajo consumo. Esta medida ayudará a reactivar un sector que puede perder en torno a 500 millones de facturado a causa del impacto de Covid-19.
Asimismo, desde el comercio español se garantiza el abastecimiento de productos a los establecimientos comerciales de la “España vaciada”, así como facilitar la entrega a los consumidores por parte del comercio en los pequeños núcleos de población.
Por último, se pide una fuerte campaña nacional de apoyo al pequeño comercio en la que se ponga de manifiesto el impacto socioeconómico que está soportando y su aportación al paisaje urbano, así como al dinamismo de las ciudades y municipios que comience a la mayor brevedad posible. En Zaragoza, recientemente se ha presentado la campaña de apoyo “Volveremos si tú vuelves”, puesta en marcha por el Consistorio de la ciudad, con la que se pretende promocionar y redescubrir el comercio de cercanía de la capital aragonesa.
