El desempleo en España alcanza el 15,33% por la crisis de la Covid

La situación actual derivada de la pandemia de la Covid-19 refleja una caída histórica en el empleo
photo_camera La situación actual derivada de la pandemia de la Covid-19 refleja una caída histórica en el empleo

La última Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el INE, ha revelado una realidad preocupante. La situación actual derivada de la pandemia de la Covid-19 refleja una caída histórica en el empleo, ya que la variación de la ocupación en el segundo trimestre de 2020 disminuyó en 1.074.000 personas, y la tasa de paro se situó en el 15,33%.

Una caída sin precedentes en la actividad económica española que, evidentemente, ha sido consecuencia de la paralización total de la economía dictada entre marzo y abril de 2020 para luchar contra la emergencia sanitaria.

Un aumento de población inactiva sin precedentes

A diferencia de anteriores ocasiones, la mayor parte de la caída en la cifra de ocupados ha sido consecuencia del aumento de la población inactiva. De hecho, el 98% del descenso en la tasa de ocupación se explica por un aumento en el número de inactivos, que superan las 1.062.800 personas. Todas estas personas no han podido buscar y encontrar trabajo, a pesar de estar disponibles para trabajar.

La mayor parte de la caída en la cifra de ocupados ha sido consecuencia del aumento de la población inactiva

Esta circunstancia explica por qué la tasa de paro no ha descendido de forma tan alarmante, y ha surgido fundamentalmente por la dificultad de muchos trabajadores de encontrar trabajo en una situación de confinamiento.

Los ERTE también han amortiguado la caída del empleo

Durante la actual crisis sanitaria, los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) han sido la tabla de salvación de muchos trabajadores. Gracias a este mecanismo de protección, millones de trabajadores han podido mantener sus puestos de trabajo en plena crisis, al tiempo que recibían la prestación correspondiente por desempleo.

Eso sí, la suspensión o reducción de jornada de los trabajadores afectados por un ERTE, junto con otros tipos de ausencias al trabajo (como paro parcial por razones técnicas o económicas, o enfermedad, accidente o incapacidad temporal), sí ha tenido reflejo en las horas efectivas de trabajo realizadas, que han disminuido un 22,59% con respecto al primer trimestre del año. Con ello, el número de ocupados que efectivamente han trabajado en el segundo trimestre se reduce a 13.901.000 (el 35,14% de la población de 16 y más años).

La epidemia como problema de ahorro para muchas familias

Mientras muchas personas siguen incluidas en un ERTE, crece la incertidumbre en torno a la evolución de la epidemia. Con unos niveles de contagios similares a los que había en el mes de abril, cuando la totalidad de la población española estaba inmersa en un duro confinamiento, nadie se atreve a predecir la evolución económica en España.

En este contexto, las perspectivas de ahorro de muchas familias se han visto gravemente afectadas, pero también han aportado unas lecciones importantes en cuanto a saber manejar las finanzas personales. Lo prudente en estos momentos es el ahorro. El tiempo de confinamiento nos ha permitido evaluar a fondo nuestros hábitos de consumo permitiendo descartar aquellos gastos considerados superfluos.

La capacidad de ahorro dependerá, en gran medida, de la evolución de los ingresos, ya que, para aquellas personas que han perdido su empleo, va a resultar mucho más complicado ahorrar.

Según recomiendan la mayoría de los expertos, lo mejor es coger aire, tener tranquilidad, y empezar a reconstruir la situación financiera familiar con la cabeza fría. Esto nos debe llevar a no tomar decisiones precipitadas de las que más tarde nos podamos arrepentir, y ajustar nuestro presupuesto familiar a la situación actual.