La hostelería tilda de “humillación al sector" las ayudas propuestas por la DGA

Los empresarios creen que se tratan de medidas "muy escasas" tras siete meses de restricciones
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El sector hostelero aragonés ha acogido con escasa satisfacción el plan de ayudas a estos establecimientos presentado este viernes por el Gobierno de Aragón y que contempla hasta 1.000 euros a cada bar y 3.000 a salas de fiesta. Cifras que los diferentes portavoces han considerado escasas e incluso una “auténtica humillación” para el sector, en palabras del presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza, Alberto Campuzano.

“Cuando acabe el año llevaré unos 275 días cerrado, si cojo los 3.000 euros y lo divido por estos días no tengo ni once euros por día”, ha señalado Campuzano, para quien esta línea de ayudas tras siete meses de espera es “una chapuza y un despropósito”. Durante este tiempo cerrado, el empresario ha explicado que su negocio ha pagado, solo en impuestos, más de 30.000 euros.

Por ello, y más que en ayudas a fondo perdido, Campuzano ha puesto el foco en la necesidad de enfocar la ayuda en rebajas fiscales, como ha recordado que ya ocurre en otras comunidades. Es el caso de Cataluña, donde una nueva normativa regula el precio de los alquileres de los negocios que no pueden abrir, con la Generalitat costeando además un porcentaje de estos gastos fijos.

Un mensaje que también ha compartido el presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, José María Marteles, para quien los mil euros para cada establecimiento es una medida “súper escasa”. “Lo que nos interesa ahora mismo es la regulación de los ERTE, los alquileres o la rebaja de impuestos. No pedimos limosnas, pedimos que nos dejen trabajar”, ha señalado.

Marteles ha requerido también un mayor esfuerzo de las administraciones para apoyar al sector, con herramientas como líneas de crédito que permitan su supervivencia. “¿No se rescató a la banca con miles de millones? Pues que nos rescaten a nosotros, que pidan dinero y que luego podamos ir amortizándolo”, ha propuesto el empresario, advirtiendo de que “sin tener ingresos no se podrán pagar impuestos”.