El proceso de vacunación de los temporeros ha comenzado este viernes en la zona de Caspe y del Bajo Cinca con la idea de administrar unas 700 dosis. Las asociaciones agrarias se muestran satisfechas, pero hay grupos que han sido reticentes a recibir la inyección. Por ello, estas organizaciones pelean ahora por convencer a los temporeros de que se vacunen.
Ha sido el responsable del sector de la fruta de UAGA, Óscar Moret, el que ha explicado que este viernes el objetivo era vacunar a los temporeros de la zona de Caspe y el Bajo Cinca. La idea era inocular esas 700 dosis a lo largo de este día, esperando alcanzar las 2.500 al final de la próxima semana.
Sin embargo, se han encontrado con “algún contratiempo” para ejecutar el plan al encontrarse con trabajadores y empresarios que no han querido recibirla y administrarla. Esta situación la consideran como un problema, ya que suelen proceder de países concretos donde hay especial miedo a la vacuna. Por ello, se van a poner en marcha desde las diferentes asociaciones para convencerles y que la reciban cuanto antes.
A pesar de que afirman que irá mejor “cuando haya más gente vacunada”, no se tomarán medidas contra quienes la rechacen. Los no vacunados trabajarán con normalidad, bien sea porque la han rechazado o porque todavía les falta por administrar. Se seguirán tomando las medidas de distanciamiento y, además, el trabajo de este año “será llevadero debido a las heladas”.