Los proyectos sociales de las ONG dispondrán de 850.000 euros tras la subasta realizada por la DGA

El acto ha puesto en subasta un total de 72 lotes
photo_camera El acto ha puesto en subasta un total de 72 lotes

Las organizaciones no gubernamentales que desarrollan proyectos sociales en Aragón dispondrán de 851.750 euros más para sus fines después de la subasta que ha realizado el Gobierno de Aragón, y que ha permitido vender 37 de los 72 lotes que salían a licitación. A partir de ahora habrá que esperar a la celebración de una nueva sesión de la Junta de Herencias para poder repartir estos fondos (y otros procedentes de otras herencias que se hayan acumulado) para repartirlos entre los proyectos que se consideren de mayor interés social.

La subasta que sacaba a la venta 72 lotes de inmuebles, entre fincas rústicas, campos, pisos y plazas de aparcamiento, en todo el territorio aragonés, había generado mucha expectación. De hecho, y a causa de las limitaciones Covid ha habido que desarrollar el acto de venta en dos turnos. Además, para facilitar una mayor participación se habilitaron los mecanismos para que hubiera una puja telemática, de manera que ha sido una opción preferida por algunos ciudadanos para poder presentar ofertas por los bienes que se enajenaban sin desplazarse hasta la sala de subasta, habilitada en las dependencias del departamento de Hacienda, en la plaza de Los Sitios de Zaragoza. De hecho, 35 ofertas se presentaron por este cauce.

La directora general de Patrimonio y Organización del Gobierno de Aragón, Marta Aparicio, ha destacado “la notable acogida que ha tenido esta subasta, que sigue siendo una vía apropiada para profundizar en el carácter social del Gobierno de Aragón”. La subasta en la sala ha atendido en el primer turno las ofertas para los lotes del 1 al 41 (excluidos el 37, 38 y 39), y en segunda convocatoria de desde el 41 al final, además de los excluidos en el primer turno, para garantizar la protección sanitaria de todos los participantes.

Un total de 35 lotes se han quedado desiertos y volverán a ofertarse en alguna otra subasta, aunque hasta ese momento o por espacio de un año, cualquier ciudadano interesado puede optar a la compra directa por el precio de salida que se había fijado para la subasta recién celebrada. “La falta de concurrencia a algún lote es una circunstancia habitual en las subastas y nos permite conocer cuáles son las preferencias de los ciudadanos que, además pueden cambiar en cada momento”, ha explicado Aparicio, destacando la preferencia en esta ocasión por las casas con jardín y las fincas rústicas sobre las urbanas.

Estos bienes provienes de herencias que han recaído en el Gobierno de Aragón, ya sea por un deseo expreso del finado o por la inexistencia de herederos directos. Cuando hay garantías jurídicas de que no hay descendientes que pudieran optar a la sucesión de las posesiones en cuestión, la Dirección General de Patrimonio y Organización del departamento de Hacienda y Administración Pública las inscribe a su nombre hasta que procede a buscar un nuevo dueño a través de las subastas.

Todo el dinero que se recauda por este sistema se guarda hasta que se reparte a través de la Junta de Herencias entre los proyectos sociales que se consideran de mayor interés o repercusión en la sociedad, y sobre los que se realiza un estrecho seguimiento.