Félix Longás: “Perdamos cualquier complejo, tenemos unos productos de los que sentirnos orgullosos”

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photo_camera Félix Longás es el presidente de la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Aragón (AIAA)

La industria agroalimentaria aragonesa vive con preocupación el final de un 2022 marcado por la falta de materias primas, la inflación y los costes energéticos. Con el objetivo de impulsar las ventas, y en el marco de la campaña “Aragón Alimentos Nobles. Lo que ves, es”, Alimentación y Turismo han unido sus lazos para promocionar el territorio en su conjunto, con descuentos y sorteos en diferentes experiencias gastronómicas, culturales, turísticas o de ocio. De hecho, el presidente de la Asociación de Industrias Agroalimentarias (AIAA), Félix Longás, hace un llamamiento a los aragoneses a “perder cualquier tipo de complejo” y disfrutar de los productos de la Comunidad, de los que “podemos sentirnos orgullosos”.

PREGUNTA.- ¿Cómo se encuentra la industria agroalimentaria aragonesa en este fin de año?
RESPUESTA.- Bien, con preocupaciones, como es normal, como todo el mundo empresarial, los ciudadanos y los consumidores. Estamos en un periodo de incertidumbre, con una inflación importante, que está afectando sobre todo a las materias primas, una escasez que da más alas a la inflación, y una subida de precios energéticos. Es un cóctel bastante complicado que no podemos repercutir enteramente a nuestros clientes, sobre todo a la gran distribución, porque son conciertos firmados anualmente y que implicarían revisiones que, en muchos casos, no se admiten.

P.- Habrá sido un año muy complicado para el sector por la subida de las materias primas
R.- Está siendo un año complicado. Ya con la pandemia pensamos que sería para 2020, pero se alargó hasta el 2021 y la salida de la crisis se está postergando. Cuando de verdad teníamos buenas expectativas llegó la guerra de Ucrania y su consecuencia en vidas humanas y en la economía occidental. Es una crisis larga y todas las perspectivas del Gobierno, el Banco de España y el BCE son a la baja. Esto nos afecta a todos. Ante la incertidumbre, el consumo está empezando a tener cierto retroceso y todos somos más ciudadanos. En alimentación se nota enseguida. En el momento en que al consumidor le aprieta el cinturón, aprietan las ventas de marcas blancas en detrimento de las más populares.

Alimentación y Turismo han unido sus lazos para promocionar el territorio con la campaña "Aragón Alimentos Nobles"

P.- Aunque esta crisis ha llegado a todos los sectores, ¿en qué grado se ha sentido la agroalimentación más afectada?
R.- La industria alimentaria es anticíclica. Los ciudadanos comemos y bebemos todos los días. Lo que hacemos es cambiar los hábitos de consumo y privarnos de algunas cosas. Tenemos un gran porcentaje de empresas con más ventas en la hostelería que la distribución minorista. ¿Qué porcentaje de ciudadanos compran foie o trufa para sus casas? Es una minoría. Como la hostelería ha tenido una crisis más prolongada, están pasándolo bastante mal. En función de tus redes para llegar a los consumidores, la crisis nos afecta más o menos.

P.- ¿Ha dolido especialmente por ser demasiado cercana a la pandemia?
R.- No nos hemos recuperado. Los niveles del 2019 no se han recuperado. Cuando comparamos nuestra evolución, muchos todavía comparamos con 2019. En 2020, con las ventas de pastas o conservas para almacenar en casa, hubo un crecimiento en alimentación y un gran decremento en hostelería, que no se recuperó en 2021. En turismo, siendo que este año ha habido ventas muy buenas en los pueblos de interior, tampoco se han recuperado las cifras de 2019, y se ha notado mucho. Es una crisis prolongada que ninguno esperábamos. Tenemos problemas con el trigo duro y productos básicos. Tenemos un sector primario fortísimo, capaz de suministrar materias primas de alimentación para cinco o seis veces Aragón, pero no está compensada. Hay productos que somos muy excedentarios y otros, deficitarios. Tenemos mucha cebada, pero con trigo duro tenemos problemas de suministro.

Longás subraya que los alimentos aragoneses tienen unos altísimos niveles de calidad

P.- ¿Tienen ustedes una previsión o una aproximación de cuándo podría volver a una normalidad?
R.- Dependerá de la crisis energética. Cada vez echamos la recuperación más lejos. Todos esperábamos recobrar la normalidad en 2023 y ya estamos pensando en 2024. Afortunadamente el empleo está teniendo un comportamiento diferente, aunque también tenemos problemas para encontrar mano de obra cualificada en algunos subsectores. Vamos a confiar en que, pese a las bajas expectativas de crecimiento, podamos mantenerlo.

P.- Se espera que ya pronto podamos ver cómo las grandes inversiones se conviertan en una realidad
R.- La crisis ralentizó las grandes inversiones que teníamos previstas, no tanto de venir empresas nuevas, como BonÀrea en Épila, o el grupo alemán Tonnies en Calamcha, que se está ralentizando. Los fondos Next Generation están viniendo muy diseminados en el tiempo. Teníamos proyectos superiores a mil millones y el primer Perte eran 450, con unas cantidades más reducidas a las que se manejaban. Existe cierta desesperación, porque viene muy constreñido por unas variables sostenibles que nos condicionan. Creemos que ahora pueden volver a coger cierto ritmo.

P.- ¿Cuáles son las principales líneas estratégicas para trabajar y seguir creciendo en el futuro?
R.- Lo tenemos todos clarísimo. El futuro en el gran consumo es la innovación y diferenciarnos. El consumo está polarizado, o vendes precio, que para mí no es el futuro, o vendes marca. Procuras poner los mejores valores de tu empresa en tus productos estrella, y estos se resienten con las crisis. El futuro pasa por la innovación para ofrecer productos diferentes y de calidad absoluta. La alimentación aragonesa ya tiene unos altísimos niveles de calidad y hay que seguir profundizando en productos que permitan acceder a otros mercados, no solo al aragonés. Nuestro futuro pasa por conseguir mercados exteriores. Lo primero es la innovación; lo segundo, la promoción; y, tercero, la internacionalización para conseguir nuevos mercados. En Aragón nos queda recorrido, pero a nivel nacional queda muchísimo. Las posibilidades son inmensas.

P.- Este año han sufrido además el bloqueo de las exportaciones de carne a China. ¿Cómo ha reaccionado el sector?
R.- Buscando nuevos mercados. Después de muchos años creciendo en exportaciones, por primera vez crecen todos los subsectores, menos el cárnico, que supone un 65% de las ventas. En los últimos datos, hay una bajada del 17% que no se compensa con el crecimiento de la bollería industrial, las bodegas y el resto de la industria. En China tuvimos unos años francamente buenos, con precios aceptables e interesantes, y en estos momentos el país número 1 de destino es Japón. China continúa siendo muy importante, pero ha tomado el relevo Japón. También están creciendo bastante las exportaciones a México. Las industrias de porcino tienen redes que les permite reposicionarse a otros países.

P.- Este año han lanzado una nueva campaña de Alimentos Nobles uniéndose con la Dirección General de Turismo, ¿en qué se ha basado esta sinergia entre Alimentos y Turismo?
R.-
La campaña tiene dos brazos. Por un lado, continuar ganando ventas. Tenemos margen de recorrido en la compra de productos locales dentro de la Comunidad. Firmamos un acuerdo con las principales cadenas y estamos haciendo acciones puntuales en tiendas de la provincia de Zaragoza. Después, tenemos acciones a nivel nacional, donde, por escasez presupuestaria, estamos en Valencia y Madrid y hemos empezado unas pruebas en Cataluña. Los medios que tenemos son muy escasos, y este año lo hemos dedicado a acciones de empuje para fomentar las ventas. Así, por la compra de productos aragoneses, hay unos descuentos para experiencias gastronómicas, de salud, deportivas y unos sorteos.

P.- ¿En qué consisten estas experiencias?
R.- Por ejemplo, en pasar un fin de semana en el mejor hotel de Teruel y tener una comida en el único Estrella Michelin de Teruel, y lo mismo en Zaragoza o Huesca; conducir en Motorland; pasar las tirolinas del Pirineo; visitar Albarracín. La escasez de medios nos debe llevar a sumar esfuerzos, para que cuando comuniquemos Aragón sea constructivo y aporte Aragón al completo. La marca Aragón tampoco es muy reconocida ni potente. Queremos que cuando Cultura anuncie sus actividades o festivales, que tenga en cuenta el territorio y lo que produce, principalmente alimentos. O que cuando Turismo lance sus campañas, la gastronomía esté presente. Debemos potenciar lo nuestro. Tenemos muy pocas marcas que tengan notoriedad, y debemos hacerlo crecer. Queremos que no solo les entre por los ojos, sino que lo vivan, lo experimenten, y que vengan a Aragón.

P.- Y la Navidad es la mejor época para llevar a cabo la promoción
R.- La Navidad es el momento culmen de las ventas de alimentación en Aragón y España. Tenemos unos grandes productos e invitamos a los aragoneses a que perdamos cualquier tipo de complejo. Tenemos unos productos fantásticos de los que sentirnos orgullosos, que nos permiten acudir a mercados muy ambiciosos. Nos sorprenderíamos de saber en qué sitios estamos posicionados. Somos el segundo sector en empleo y en contribución al PIB. Debe salirnos de dentro. Estamos contribuyendo a hacer territorio. Somos el principal empleador en 29 de las 33 comarcas aragonesas. Es la industria más vertebradora, la que más repartida está.

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