El turismo extranjero va abriéndose camino en Zaragoza tras la drástica caída de los últimos años como consecuencia de la pandemia. En esta Semana Santa, la previsión es que ya suponga el 17% de los turistas que lleguen a la capital aragonesa y a toda la provincia, cuando hasta ahora se oscilaba en torno al 9%. No obstante, queda todavía lejos de las cifras prepandemia de 2019, cuando se situaban entre el 30 y el 40% en los meses centrales del año.
La importancia de este turismo extranjero es clave, ya que, generalmente, viene cualquier día de la semana, mientras que el nacional sólo se queda en sábado y domingo, y con estancias más largas. Actualmente, vienen de Francia, Inglaterra, Italia y Portugal, a falta de que se reactive de nuevo el mercado asiático, que podría retrasarse hasta 2025. “Ya hay visados y se está regulando la actividad. Estamos deseando que se reactiven y vuelvan a Zaragoza y Aragón. Estamos en la ruta de circuitos entre Madrid y Barcelona y sabemos el atractivo del mercado chino, que tenía una representatividad importante. Esperamos recuperarla en los próximos meses, pero tardará por lo menos un año”, ha expuesto el presidente de Horeca Zaragoza, Antonio Presencio.
LA OCUPACIÓN SE MANTIENE POR ENCIMA DE 2019
En global, las previsiones de ocupación hotelera para esta Semana Santa, que será la primera sin ningún tipo de restricción (el año pasado las mascarillas eran obligatorias), serán ligeramente inferiores a las del año pasado, pasando de un 75% a un 73%, aunque seguirá siendo superior a las de 2019, en el 72,46%, lo que muestra una “estabilización” del turismo. “Se vislumbran impulsos para junio y a partir de septiembre. No entran peticiones todavía a nivel prepandemia, pero estamos en la senda de la recuperación”, ha expuesto Presencio.
En Zaragoza capital, la noche en la que se espera una mayor ocupación es la del Viernes Santo, rozando el 88%, sin contar con las reservas de última hora. El atractivo de los actos turísticos, religioso y culturales programados y las previsiones meteorológicas positivas son factores que pueden animar al turismo. Sin embargo, no se alcanzarían las cifras del año pasado, cuando, además, dos eventos deportivos de baloncesto y voleibol impulsaron el número de visitantes.
EL TURISMO DE INTERIOR, CLAVE PARA LA PROVINCIA
Por su parte, las perspectivas son más elevadas en la capital aragonesa que en el resto de la provincia, donde se prevé un 71% de ocupación, que iría en la línea de las cifras del 2022 y del 2019, bajando apenas unas décimas. En este caso, las mejores noches serán tanto la del Jueves Santo como el Viernes Santo, alcanzando el 81%, al que se acercaría también el Domingo de Resurrección.
La procedencia será principalmente de comunidades cercanas como Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, La Rioja o País Vasco, o incluso Andalucía, gracias a las buenas conexiones en AVE, mientras que los extranjeros llegarán desde Francia, Inglaterra, Italia y Portugal. Además, las estancias se reducirán levemente, pero seguirán por encima de los dos días, que no se superaban en 2019.
