Firmado el nuevo convenio colectivo en Stellantis que posibilitará la llegada de modelos eléctricos

El compromiso de la compañía con un plan industrial la instalación de una plataforma eléctrica fue clave para que los sindicatos dieran su visto bueno
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La Dirección de Stellantis y la mayoría del Comité de Empresa (CCOO, UGT y CCP) han firmado este viernes el XV Convenio Colectivo de la planta de Figueruelas, que estará en vigor hasta 2027. Un acuerdo que posibilitará la instalación en la factoría de la plataforma para producir vehículos eléctricos, denominada STLA, tal y como se comprometió la compañía y era la principal demanda de los trabajadores, garantizando, de este modo, la continuidad de la fábrica a partir de 2030.

La negociación quedó totalmente cerrada, a falta de pequeños detalles, el pasado 17 de abril, y ha sido este viernes cuando tres de las seis fuerzas sindicales del Comité de Empresa han impreso su firma en el convenio colectivo. Finalmente, y aunque dio el “sí”, se ha desmarcado OSTA, que optaba por votarlo en referéndum entre los trabajadores, algo que ya ocurrió en 2013. Desde la Dirección de la empresa valoran el “espíritu constructivo” y la “responsabilidad” que han llevado las conversaciones desde su inicio.

El compromiso de la compañía con un plan industrial y la instalación de una plataforma eléctrica fue clave para que los sindicatos dieran su visto bueno a la última propuesta. No en vano, el Crossland X y el C3 Aircross finalizan su vida útil en 2024, mientras que la de los actuales modelos del Corsa se prolongará hasta 2026, un año antes de la vigencia de este convenio. Aunque la Dirección todavía no ha dado oficialidad a sus sustitutos, la planta ya lleva tiempo probando en sus líneas el ensamblaje del Peugeot 208.

Desde la Dirección de la empresa valoran el “espíritu constructivo” y la “responsabilidad” que han llevado las conversaciones desde su inicio

Las condiciones económicas eran otra de las grandes prioridades de los sindicatos, aunque esta negociación quedó encarrilada en las primeras semanas de negociación. La compañía ofrecía una subida de sueldo del 5% a sus empleados para este 2023, y según el IPC hasta 2027, con un tope del 4%, pero con cláusulas en caso de que se sitúe por debajo del 2%, así como la homologación de las pagas por beneficios a las fábricas de Madrid y Vigo, cuyos trabajadores han doblado este año las de Figueruelas.

Asimismo, se abonarán 400 euros lineales en concepto de retroactividad y un bono extraordinario de 1.000 euros a la firma del convenio. En cuanto al empleo, la Dirección ha aceptado otra de las demandas de los sindicatos, ampliando a 350 el número de contratos de tiempo parcial que se convertirían en jornada completa, de los que 172 serán temporales que pasarán a fijos. “La planta de Zaragoza progresa con paso firme y decidido en competitividad. Este acuerdo, en un escenario de diálogo y paz social remarcables, mejora las condiciones económicas y de empleo de la plantilla, y contribuye decisivamente a hacer posible el futuro industrial de la fábrica”, ha resaltado el director de la planta, José Luis Alonso Mosquera.