La sequía golpea al vino: la DOP de Borja estima producir entre un 25% o un 30% menos

Previsiblemente, tampoco se recuperarán las cifras de exportaciones previas a la pandemia | Foto: Laura Trives
photo_camera Previsiblemente, tampoco se recuperarán las cifras de exportaciones previas a la pandemia | Foto: Laura Trives

Va a ser un año complicado”. Así de tajante se muestra frente a la situación de sequía prolongada el presidente de la Denominación de Origen Campo de Borja, Eduardo Ibáñez, que incluso se atreve a dar cifras del perjuicio que puede suponer. Y es que la ausencia de lluvias, si nada cambia, podría desencadenar en una caída de la producción de “entre un 25% o un 30% menos”. En botellas, de cerca de 24 millones, a “trece o catorce” como en 2014, en palabras de Ibáñez.

“El 80% de los terrenos son monte”, explica, y a su juicio el 2022 tampoco fue el mejor año en cuanto a precipitaciones, “con una pluviometría de 180 litros”, que “para un viñedo no es nada”. Pese a las altas temperaturas, se mantienen los plazos aunque el ciclo de las uvas “está muy adelantado”. Más concretamente, “unos quince días”, pero el presidente estima que se volverán a recoger en noviembre, al tratarse de una DOP “muy tardía”.

Ibáñez ha declarado en la XIX edición de Garnachas en el Museo, la feria que se celebra en Zaragoza hasta este miércoles, también que este año todavía no se alcanzarán las cifras de importaciones previas a la pandemia. “Queda camino por recorrer”, añade, hasta esos 20 millones de botellas. De hecho, ha confirmado que este año se han presupuestado en torno a 15, cinco por debajo de esa marca.

Lambán y Olona han acompañado a Eduardo Ibáñez en el acto, celebrado en el Museo de Zaragoza

GARNACHAS HISTÓRICAS

De cara a 2025, la DOP de Borja trabaja en el proyecto Garnachas Históricas, que podría datar la antigüedad de sus viñedos más longevos, rondando los “70 u 80 años”. En ello están colaborando las universidades de Zaragoza y Navarra y el siguiente paso sería acoger en esa fecha un congreso internacional en Ainzón, si bien su sede no está terminada y por ello piden la colaboración del Gobierno de Aragón.

El presidente, Javier Lambán, ha recordado por su parte que en los próximos cuatro años está previsto “cuadruplicar” los fondos para las denominaciones de origen, de 500.000 euros hasta los dos millones. Es una forma, asegura el jefe de la DGA, de “ayudar y acompañar” al sector del vino, así como a la agricultura, que según él son claves para “combatir la despoblación”. Además, ha presumido de los 40 millones dedicados “al mundo de la vid” desde 2019.

Junto al consejero del ramo, Joaquín Olona, Lambán ha destacado que “se está pagando más por el vino aragonés”, de acuerdo a al Observatorio Español del Mercado del Vino, por lo que insiste en promocionar este tipo de marcas.