La compra de una vivienda o de cualquier otro inmueble es una misión complicada por todas las decisiones que conlleva, desde seleccionar una localización adecuada hasta la tramitación legal que hay que realizar. Por ello, en los últimos años, ha emergido con fuerza la figura del personal shopper inmobiliario, que asesora en todos los pasos a seguir. Belén Arcos lleva tres años siendo la personal shopper de Property Buyers en Aragón y asegura que en la comunidad “hay mucha demanda”. “Trabajamos solo para el comprador, de manera totalmente personalizada y además, nos ocupamos de todo”, ha asegurado.
“Hacemos las labores propias de una inmobiliaria de buscar fincas, hacer la inspección legal, técnica etc. pero también otras, como inspeccionar el barrio o preguntar en las comunidades de vecinos. He tenido casos de clientes que no tenían claras las zonas y hemos investigado sobre los colegios para los niños, porque es un tema muy importante que condiciona a donde te vas a vivir”, ha indicado. Por ello, asegura que las inmobiliarias no son una competencia, sino un proveedor con el que trabajan conjuntamente.
“No es lo mismo un agente inmobiliario que un personal shopper. El agente se ocupa de atender dentro de su negocio al comprador y trabaja con los productos que tiene, pero nunca fuera de su mercado. Nosotros trabajamos solo para el cliente y ampliamos la cartera de posibilidades, ya que buscamos tanto en inmobiliarias como en portales online, contactos que tenemos, gestores etc. Abarcamos aspectos más amplios en ese sentido”, ha relatado.
«HAY MUCHA INFORMACIÓN Y ESO A VECES ES NEGATIVO»
Para centrar las necesidades de los clientes, el trabajo que Arcos realiza comienza con una conversación para poder encontrar la mejor opción y, posteriormente, acompañarle en toda la gestión y el proceso de compra. Un procedimiento que no solo sirve para adquirir vivienda propia, sino que se extiende a otro tipo de inmuebles como sedes de empresas y proyectos de inversión como pisos, locales o garajes. Algo que ha realizado repetidas veces en Aragón, donde la mayor demanda se concentra en adquirir primeras viviendas y nuevas localizaciones para empresas.
Un servicio que está ganando protagonismo al ser cada vez más conocido, lo que eleva la demanda. “En el mercado inmobiliario hay mucha información y a veces eso es negativo, porque puede confundir. Hay veces que solo nos contactan para que les expliquemos lo que hacemos y valorar si nos pueden contratar. La gente piensa que es algo muy caro, pero siempre nuestros servicios se ajustan al presupuesto”, ha concluido Arcos