Los fondos Next Generation que aporta el Gobierno central, a través del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRTR), financiarán nueve proyectos de modernización de regadíos en varias fases por un valor que supera los 260 millones de euros. Se dividirán en tres fases y deberán estar finalizados en 2026, siendo clave el año 2025, ya que será en el que se ejecuten las principales partidas y se realicen las obras, que permitirán un mayor aprovechamiento del agua y una apuesta por la digitalización del sector.
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Así se ha detallado en una reunión de seguimientos de los proyectos puestos en marcha en la Comunidad en los últimos años, que suman una inversión de 455 millones de euros, entre los 195 del convenio clásico, financiado entre Moncloa y los regantes, y 260 del Plan de Recuperación. En total son 54 actuaciones, de las que 36 ya están modernizadas, 4 en ejecución o puestas en marcha, una en licitación y cuatro en tramitación, así como otras nueve en distintas fases del PRTR.
En concreto, de las actuaciones del convenio clásico, se encuentran en ejecución las de las comunidades de regantes de Collarada, Orillena (fases I y II) y Molinar del Flumen (fases II y III), mientras que está en licitación la de Cartuja-San Juan y en tramitación las de Santa Ana, Grañén-Flumen y Almuniente.
Con estas medidas e inversiones, tal y como ha expuesto el presidente de la sociedad pública Seiasa, Francisco Rodríguez, se busca “fijar población” y “ofrecer a la juventud un futuro cierto”. “Si incorporamos tecnología, modernizamos regadíos y conseguimos que la actividad agraria sea viable, ofreceremos a la juventud un futuro cierto en el territorio. Además, conseguimos con menos agua mantener la producción o incrementarla. Incorporamos futuro al sector agrario, a los pueblos, y asegurando actividad económica y alimentos para la sociedad”, ha expuesto.

DUDAS SOBRE LOS PLAZOS DE LOS FONDOS EUROPEOS
No obstante, algunos regantes han mostrado sus dudas respecto a los plazos hábiles para llegar a tiempo a la ejecución de fondos europeos. De hecho, el presidente de la Federación de Regantes de la Cuenca del Ebro, César Trillo, ha advertido de que algunos proyectos van con “muchísimo retraso”, y que existe un “riesgo” de que puedan perderse ese dinero si las obras no están terminadas a finales de 2026, lo que generaría “un grave problema” para “el Estado, Aragón y las comunidades de regantes”.
Una de las principales causas a las que alude Trillo es el “muro de hormigón” del Ministerio para la Transición Ecológica, que debe tramitar las evaluaciones de impacto ambiental antes de poder iniciar cualquier obra. “Un proyecto de estos no se hace menos de dos años. Necesitas parte de 2024, 2025 y 2026, y estamos a mitad de 2023. Lo más grave son las evaluaciones de impacto ambiental. Si se hacen rápidas habremos ganado mucho, pero llevamos mucho retraso”, ha añadido.
Con estos fondos europeos se financiarían hasta nueve obras por todo el territorio. En una primera fase entrarían la zona 1 de Riegos de Bardenas y parte de Molinar del Flumen. En la Fase II se avanzaría con los sectores X y XI de Canal del Flumen, Nuestra Señora de la Alegría y la zona 2 de Riegos de Bardenas, mientras que en la tercera entrarían Almudévar, Lanaja, Lalueza y La Campaña.