El continuo aumento del precio del aceite de oliva comienza a preocupar a los consumidores ante el gasto que supone adquirir una botella para el uso diario. Llenar la cesta de la compra se está convirtiendo en todo un reto ante el aumento de los precios de los alimentos y es que uno de los que más sigue subiendo es el aceite de oliva. Según ha informado un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se ha producido un incremento de un 15,4 % desde la primera quincena del mes de julio. Desde la Unión de Consumidores Aragón (UCA) denuncian esta situación y califican de “barbaridad” este aumento constante del precio del aceite, además de que “ante esta subida de precios debería intervenir el Gobierno”.
El presidente de la UCA, José Ángel Oliván, sostiene que “no debería haber subido el precio, solo sube porque hay un proceso especulativo”. Además, también ha explicado que “se está planteando que ha habido una mala cosecha y que va a haber una mala cosecha. Lo cierto es que la mala cosecha de este año todavía no ha sido, es simplemente una intención porque el aceite que estamos comprando es del año pasado y era la misma cosecha”.
Oliván ha expresado que se desconoce por qué se está provocando si «ese incremento no está repercutiendo en lo que cobran» los encargados de elaborar este producto y a su vez, hay una diferencia cada vez más notoria “entre lo que cobran los productores y lo que cobran los consumidores”.
CONSECUENCIAS EN EL CONSUMO
Según ha explicado Oliván, la subida del precio de este producto “va a suponer una bajada en el consumo del aceite”. “Lo que está ocurriendo es que la gente está cambiando de grasa para cocinar. Si el precio del aceite de oliva virgen es muy alto, la gente comprará aceites de oliva de menor calidad o incluso al aceite de girasol”, ha añadido.
Un estudio de la OCU en el que advierte de la fuerte subida de este producto, el precio medio por litro ha pasado de 8,16 a 9,42 euros y en el caso de alguna marca ya supera los 12 euros. La consecuencia directa de estos precios supondrá lo que viene manifestado el presidente de la UCA Aragón: una bajada en su consumo.