Los amantes del esquí ya hacen la cuenta atrás para el comienzo de la temporada en Aragón, que según las primeras previsiones arrancará en el Pirineo para el puente de la Constitución. Después de que el año pasado las escasas nevadas complicaran el inicio, en esta ocasión hay positivismo en el sector hotelero oscense, ya que las pistas de Astún-Candanchú, Formigal-Panticosa y Cerler están teñidas de blanco. Una estampa que se ha podido ver desde finales de octubre, una fecha más temprana de lo habitual, y donde la cota de nieve ha llegado a bajar hasta los 1.500 metros dejando varios centímetros acumulados en las zonas más altas.
Los hoteles del Pirineo próximos a las pistas esperan abrir sus puertas a principios de diciembre, pero todavía sin previsiones de ocupación. Como ha señalado Anabel Costas, vicepresidenta de hoteles en la Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca Provincia, “los primeros copos se han recibido como una buena señal para que la temporada arranque en la fecha prevista”. “Que haya llegado la nieve es fantástico, porque necesitamos que la tierra se prepare para recibir más y que vayan creciendo las capas, que es lo que hace falta para poner en marcha las estaciones”, ha indicado.
A pesar de este positivismo inicial, la hostelería oscense estará pendiente de la climatología durante noviembre, un factor que será determinante, ya que otros años con peor tiempo “algunos hoteles no han podido abrir hasta Navidad”. “Este mes es un poco raro porque ahora hay muchos hoteles cerrados. Lo que necesitamos es que lleguen los días previos al puente, ver las condiciones climatológicas y que los negocios podamos arrancar”, ha explicado Costas.

EN TERUEL REINA LA PRECAUCIÓN DESPUÉS DE LA MALA TEMPORADA PASADA
Una situación muy diferente es la que se vive en Teruel. La nieve tardó en llegar la temporada pasada a las pistas de Valdelinares y Javalambre, que retrasaron su apertura hasta mitades de enero, el 19 y el 21 respectivamente. Por ello, la actividad se redujo únicamente al mes de febrero y las reservas cayeron un 50% en comparación con otras temporadas. Una experiencia que hace que la hostelería se muestre “cauta” en esta ocasión.
“Con el tiempo tan irregular y lo mal que fue la campaña anterior, no hemos hecho ni previsiones. Dependemos de la climatología y en nuestras tierras, hasta dos o tres días vista, no hay certeza de cuando llega la nieve. Nos estamos preparando como una temporada normal, pero con precaución y esperando”, ha señalado David Nadal, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Gúdar-Javalambre.
Sin embargo, pese a ser cautos, la hostelería turolense no pierde la esperanza. “Tenemos que ser optimistas, porque si no lo fuéramos no estaríamos aquí intentando sacar el negocio adelante, en una comarca como Gúdar-Javalambre. Tenemos una superficie muy grande pero poca mano de obra y muchas dificultades para trabajar”, ha concluido Nadal.