José Antonio Mayoral ha tomado este viernes posesión de su cargo como nuevo rector de la Universidad de Zaragoza, tras ser reelegido en las elecciones celebradas el pasado mes de diciembre. En un acto presidido por el líder del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán, no han faltado las referencias al contexto actual de pandemia, a los objetivos de la institución para esta nueva legislatura o a la esperanzadora llegada de los fondos procedentes de la Unión Europea.
“Es una toma de posesión cargada de incertidumbres y sobre todo de ilusión, tras haber vivido el curso académicamente más difícil que recordamos todos”, ha arrancado Mayoral, resaltando que “la universidad española en general y la de Zaragoza en particular han respondido con acierto a este reto que, sin olvidar que nuestra esencia es la de una universidad presencial y generalista, abre nuevas ventanas de oportunidad que debemos explotar”.
Esta incertidumbre tiene su repercusión también en la financiación de la universidad pública, con vertientes dispares según el rector. “Por un lado se ve como segura la llegada de una nueva ley de universidades, la LOSU, que incorporará novedades en lo relativo a PDI y seguramente afrontará por primera vez las plantillas de PAS”, ha adelantado, resaltando que la UZ “habrá de ajustarse a esta nueva Ley, un cambio que, si era necesario hace unos meses, en este momento se hace imprescindible”.
Por otro lado, ha continuado Mayoral, está “la necesidad” de un nuevo acuerdo de financiación con el Gobierno de Aragón, puesto que el anterior se encuentra prorrogado solo durante este año. Uno de los objetivos del gobierno anterior era la mejora relativa de la posición de la Universidad de Zaragoza en el contexto nacional, algo que desgraciadamente no hemos conseguido y que es necesario replantear”. “La pregunta es si se tiene clara la necesidad de la formación superior y si se confía en el liderazgo y el efecto tractor de la universidad”, deslizaba.
Objetivo: una universidad accesible para todos
Mayoral ha mencionado también algunos de los objetivos que marcarán su legislatura, entre los que está “lograr una universidad inclusiva en la que nadie se quede atrás por su orientación vital, por tener necesidades especiales o por causas económicas”. “El camino de mejora de tasas y becas, que hemos emprendido estos últimos años, se antoja imparable”, manifestaba, añadiendo que “también debemos revistar nuestra oferta académica, incluida la formación permanente, reduciendo las cortapisas y aprovechando las posibilidades que nos ha abierto la formación con presencialidad reducida”.
El recientemente investido como rector ha reservado unas líneas de su discurso para hablar de los fondos europeos, con los cuales la universidad “ha mantenido desde el principio una posición proactiva, presentando tanto propuestas propias como alineándose con las manifestaciones de interés de distintos sectores empresariales”.
“Somos conscientes de nuestra capacidad colaborativa, pero también de nuestra capacidad tractora en aspectos de investigación y desarrollo, de digitalización y de desarrollo sostenible. Estamos dispuestos a poner todo nuestro esfuerzo y talento para apoyar este cambio imprescindible de modelo, te pido que tengáis en cuenta nuestras propuestas, pero también que nos exijáis cumplir con los compromisos que conlleva ser la universidad pública de Aragón”, expresaba, dirigiendo sus palabras a Lambán.
“Como pueden ver, estamos ante un nuevo periodo de retos ilusionantes en el que todos y todas somos necesarios. En esta mañana de celebración, aun en medio de la crisis sanitaria, es preciso apelar a la ilusión y a la fe en nosotros mismos, como universidad y como sociedad”, concluía.
