El metaverso y la industria llegan a los colegios con el proyecto Ville de Itainnova

En este nuevo espacio virtual del metaverso los niños podrán aprender, de la mano de empresas aragonesas, cómo está cambiando la industria.
Niños en una visita a Itainnova
photo_camera Los alumnos del CEIP Catalina de Aragón han conocido el proyecto

Claudia, Hugo e Indy son tres simpáticos personajes que Itainnova ha creado para guiar a los alumnos del CEIP Catalina de Aragón por Industrial Ville. En este nuevo espacio virtual del metaverso los niños podrán aprender, de la mano de varias empresas aragonesas, cómo está cambiando la industria y cómo pueden contribuir a hacerla más moderna, digital, sostenible e inclusiva.

“El peso del sector industrial en nuestra Comunidad es importante, el peso relativo es cinco puntos más alto que en el resto de España, tenemos una industria muy potente que va a tener que afrontar los retos de futuro”, ha señalado la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón, Maru Díaz. Sin embargo, los niños no conocen en qué consiste el sector industrial, por ello “teníamos que juntar esos dos espacios y hacerlo con una metodología innovadora, que se pudieran divertir y que, de forma bastante interactiva, pudieran conocer la industria y generar vocaciones industriales”.

INICIATIVA PARA TENDER PUENTES

Así nació Industrial Ville, una iniciativa que sirve para tender puentes entre la industria aragonesa, las STEAM y las nuevas generaciones. “Esto es como la visión a futuro, vamos a ayudarles a futuro porque necesitan a esos niños creadores de esos retos que van a tener en el futuro para hacerlas más modernas, más digitales, más sostenibles”, ha comentado la directora de Itainnova, Esther Borao.

Un total de 21 alumnos del CEIP Catalina de Aragón han acudido a las instalaciones de Itainnova para poder conocer un poco más el programa. Y es que, en este centro zaragozano, el campo de las STEAM es algo que tratan día a día en las aulas, por ello no han querido perderse esta oportunidad. Según la directora del centro, Nerea Coronado, Industrial Ville les permite “dar sentido a lo que, a nivel teórico, vemos en el cole”, por lo que los niños estaban “muy emocionados”.

Entre esos niños ansiosos por aprender se encontraba Izarbe, una alumna de 11 años, que estaba “muy contenta” de poder salir del colegio para aprender. “A mí me hace muchísima ilusión y me hace muy feliz que me hayan elegido para venir aquí”, ha explicado emocionada, aunque ha confesado que la empresa que tiene más ganas de visitar es “la de Lacasitos”.

Pero estos alumnos no solo visitarán la fábrica de Lacasa, sino que también podrán acudir a las instalaciones de CAF, Certest Biotec, Edelvives y Enarco. Además, cada empresa ha propuesto una actividad relacionada con su sector en la que los niños podrán trabajar en problemas reales con voluntarios de Itainnova.

RETOS, ACTIVIDADES Y VISITAS

El programa consiste en diez sesiones en las que los alumnos participarán en cinco retos relacionados con la movilidad, la salud, la cultura, la agroalimentación y la construcción, así como visitar las instalaciones de las empresas participantes. El proyecto comenzó el lunes con una actividad informativa para los padres, quienes “quedaron encantados, querían hasta ellos mismos participar en el programa”, ha comentado la directora Itainnova.

Al día siguiente los alumnos ya pudieron participar en la primera actividad de la mano de Edelvives, que propuso un reto de ciberseguridad “porque estamos muy comprometidos con la situación real, el mundo es cada vez más digital y hace muchísimo daño el adjetivo de que los niños son nativos digitales, porque en el fondo puede parecer que controlan el entorno en el que están diariamente y nada más lejos de la realidad”, ha señalado el director de Operaciones del grupo, Alejandro Cebrián.

Durante esta actividad, los niños pudieron aprender los riesgos y amenazas que existen en internet. “Ellos han sido dueños de su propio aprendizaje”, ha explicado Cebrián, y es que dejaron en manos de los alumnos el plantear un peligro de ciberseguridad que pudieran vivir, así como idear posibles soluciones. “Lo han llevado a su día a día porque la amenaza de la ciberseguridad no es que los niños roben el número de cuenta del papá o la mamá, pasa porque les engañen con las cosas que les gustan, con jugadores de fútbol, con sus referentes y con los hobbies que más les gustan”, ha concluido el director de Operaciones.

Al final del proyecto, en marzo del año que viene, Itainnova organizará un evento en el que podrán conseguir premios a los mejores trabajos y, además, si completan todas las actividades, se les entregará un diploma de Citizen de Industrial Ville de expertos industriales.