Las estudiantes zaragozanas toman las calles en busca de igualdad real en las aulas

Cientos de estudiantes se han manifestado esta mañana desde plaza San Francisco | FOTO: LAURA TRIVES
photo_camera Cientos de estudiantes se han manifestado esta mañana desde plaza San Francisco | FOTO: LAURA TRIVES

“Las aulas van a arder, el sistema va a caer”. Encabezadas por este lema, las estudiantes zaragozanas han salido a las calles este 8-M para reivindicar la igualdad real en las aulas. Desde poco antes de las 12.00, en la plaza de San Francisco solo cabía un color: el morado. Una marcha que ha bajado por Gran Vía e Independencia y ha culminado en la plaza del Pilar, convirtiéndose en la mejor previa para la marcha general de esta tarde, que dará inicio a las 19.00 horas desde plaza Aragón y Glorieta Sasera.

En la manifestación estudiantil había opiniones de todo tipo, aunque todas, eso sí, bajo la misma acepción: los derechos de las mujeres no se negocian, se consiguen. Opiniones de estudiantes como Ana, una de las más adelantadas en la marcha, quien aseguraba que “hay que salir con más fuerza que nunca, para que la lucha no quede solo en este día”.

Un Día de la Mujer que, según su opinión, viene muy marcado por el contexto: “Está la guerra de Ucrania, la inflación o el ascenso de las derechas, con propuestas como la de Vox en Castilla y León sobre el aborto, o su negación constante de la violencia de género, los derechos LGTBI o el racismo. Las reivindicaciones son más importantes que nunca”.

EDUCACIÓN CON PERSPECTIVA FEMINISTA

Una lucha que, como quedaba patente en la gran asistencia a la marcha, debe comenzar desde abajo. “A nivel estudiantil", argumentaba la estudiante zaragozana, “seguimos reclamando una educación pública, gratuita y de calidad, con una perspectiva feminista”.

En la misma línea se mostraban Carla y Zoe, dos jóvenes que todavía no han terminado su formación preuniversitaria. “Si no educamos a la gente desde pequeños, de mayores es más difícil cambiar su mentalidad”, decía Carla, opinión a la que se sumaba Zoe: “Desde niños debemos aprender que todas las personas son iguales, para así conseguir que esa idea sea una realidad, no un proyecto”.

En el grupo de Carla y Zoe también iba Alejandro, un compañero de clase que subrayaba que “los hombres debemos apoyar el movimiento, saber qué significa y conseguir que quienes piensan diferente cambien de opinión y vengan con nosotros”.

El debate tampoco faltaba, aunque orientado a la fuerza que da la división de opiniones. En ese sentido, estudiantes como Erica sostienen que “es algo lógico cuando existe una globalización”. “Recuerdo venir a manifestaciones en 2015 en las que éramos 40, y ahora que se ha globalizado, es normal que no todo el mundo opine igual”, añadía. En cualquier caso, para Erica es responsabilidad de los jóvenes cambiar la sociedad, para así lograr que “los que vienen detrás tengan el mejor camino posible”. “Lo que mi madre hizo por mí, lo haré yo por mis hijos”, sentenciaba.

EL APOYO DE GENERACIONES ANTERIORES

Con todo, las generaciones anteriores tampoco dejan de lado esta lucha histórica. Mujeres como Rosa María, procedente de Perú, que asegura admirar a España, ya que sostiene que “se han conseguido leyes muy importantes en favor de las mujeres, pero creo que deben ser más y defenderse en las calles”. “Cuando veo esta movilización, pienso en mi país y me da pena, porque no estamos en esta etapa todavía”, ha continuado.

No obstante, Rosa María sí echa en falta un mayor componente movilizador en los jóvenes, tal y como sucedía en los 70 y en los 80: “Hay que reconstruir eso acá, y nosotros estaremos apoyando porque ya hicimos nuestro trabajo, aunque lo seguiremos haciendo. Estoy aquí para solidarizarme, porque hasta el final de mi vida estaré luchando por la justicia y los derechos de todos”.