Filosofía y Letras abrirá el próximo curso con un año de retraso y cuatro millones de sobrecoste

La gran novedad es el edificio de Filología, que cuenta con un gran atrio como zona de descanso y convivencia
photo_camera La gran novedad es el edificio de Filología, que cuenta con un gran atrio como zona de descanso y convivencia

Filosofía y Letras continúa tomando forma y ya afronta sus últimas semanas de obras con un aspecto totalmente renovado. Poco queda ya de la vieja facultad, cuyo deterioro obligó a afrontar una completa y profunda rehabilitación, así como la construcción del nuevo edificio de Filología, y ya cuenta los días para volver a recibir a unos 2.500 alumnos cada año, 500 profesores e investigadores y 70 empleados de administración y servicios, siendo, además, el primer edificio de Aragón que obtendrá el sello Breeam Excelente de certificación ambiental y sostenibilidad.

Se espera, no obstante, que la apertura e inauguración oficial no llegue hasta el primer cuatrimestre del curso 2023/2024, más cerca de noviembre o diciembre que de septiembre, aunque no se descarta que, para no interrumpir ni clases ni periodos de exámenes, pueda postergarse hasta el comienzo del segundo cuatrimestre. Acogerá a diez grados universitarios, once másteres oficiales y dedicará espacios a dos institutos de investigación.

En total, la inversión en esta obra ascenderá a 31 millones de euros, los 24 previstos inicialmente, más cuatro de sobrecoste por los incrementos de precios por la guerra en Ucrania y otros tres de mobiliario. Igualmente, la falta de materiales y los problemas de suministros han derivado en alrededor de un año de retraso de las obras, que se iniciaron en el último trimestre de 2018.

UN NUEVO EDIFICIO DE FILOLOGÍA

El conjunto del inmueble está compuesto por cinco bloques perfectamente interconectados: el primero se destina a la docencia y cuenta con más de 40 aulas y seminarios; el segundo, el edificio de Filología, es de nueva construcción; el tercero, el de Historia; el cuarto tiene el Aula Magna y dos salas de uso múltiple de gran tamaño; y el quinto es el popularmente llamado Pabellón de Geografía.

En el nuevo atrio se ha guardado este lunes, coincidiendo con una visita institucional, una cápsula del tiempo, con diversos objetos

Precisamente, la gran novedad es el edificio de Filología, ya que se tiró abajo completamente para levantar uno nuevo con despachos de profesorado, una sala de estudio, una zona de exposiciones y un gran atrio como zona de descanso y convivencia. En este espacio se ha guardado este lunes, coincidiendo con una visita institucional, una cápsula del tiempo, con diversos objetos como una beca de la facultad, apuntes escritos a mano, planos del edificio, los periódicos del día o un ejemplar del Estatuto de Autonomía.

En estos momentos están en proceso de licitación las instalaciones de telecomunicaciones (wifi y conexión de datos), el mobiliario, la restauración y la reintegración de elementos patrimoniales, como los lienzos del depósito del Museo del Prado, muebles de Loscertales, objetos de valor patrimonial como medallas o monedas.

MÍNIMO IMPACTO AMBIENTAL

La nueva Facultad de Filosofía y Letras es un edificio de mínimo impacto ambiental, una característica que ha guiado la construcción y está presente en la utilización de los espacios. De hecho, el edificio de nueva planta cuenta con una calificación energética A con unos indicadores de demanda de energía y emisiones muy bajos que permiten calificarlo como de Energía Casi Nula (EECN). Además, está en vías de obtener la certificación ambiental Breeam Excelente. Se trataría del primer edificio con esta calificación en Aragón.

La incorporación de paneles fotovoltaicos permitirá generar hasta 150.000KWh/año, el equivalente al consumo de 40 viviendas

La incorporación de paneles fotovoltaicos permitirá generar hasta 150.000KWh/año, el equivalente al consumo de 40 viviendas. Asimismo, el diseño del edificio y los materiales empleados han sido considerados bajo principios de sostenibilidad ambiental, como la utilización de corcho en el aislamiento de las fachadas del atrio o la cubierta mediante estructuras vidriadas practicables.

LA “ALMA MATER” DE LA FACULTAD

Para el rector de la Universidad, José Antonio Mayoral, esta nueva facultad supone resolver una “gran deuda pendiente” con la vieja Filosofía y Letras, inaugurada en 1542 por Carlos V, y espera que sirva para que “recupere su prestigio” y sirva de ayuda para romper con una sociedad que califica de “superespecializada”. “Nos encontramos que la ciudadanía necesita más transversalidad en su desarrollo vital. Unas formaciones más transversales donde convivan todos los saberes posibles conducirá a ciudadanos más completos y capaces de proporcionar ideas en un mundo que estamos reinventando”, ha aseverado Mayoral.

Por su parte, el presidente de Aragón, Javier Lambán, se ha mostrado un “aragonés feliz” como “presidente, ciudadano y exalumno” de Filosofía y Letras, ya que cursó tres años de Historia entre 1974 y 1977 y, posteriormente, leyó su tesis doctoral en 2014. No en vano, cree que esta facultad es la “alma mater” de la Universidad, ya que sobre ella recae “buena parte de la responsabilidad de que el país se desarrolle en términos de democracia, respetos, valores, humanismo e ilustración”.

Igualmente, la consejera de Ciencia y Universidad, Maru Díaz, ha valorado que, pese al déficit estructural que ha acarreado durante muchos años, nunca se ha perdido la “calidad que se imparte”, criticando la “necedad” de “haberla dejado caer”. “Sirvan estas instalaciones para enmendar aquello que pasó y no olvidarlo”, ha afirmado, avanzando que la próxima gran obra será la Facultad de Medicina.

Lambán se ha mostrado un “aragonés feliz” como “presidente, ciudadano y exalumno” de Filosofía y Letras