El Personal de Administración y Servicios de la Universidad de Zaragoza ha celebrado este jueves una nueva concentración de protesta en las escaleras del Paraninfo, coincidiendo con una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno de la Universidad. Tras ella, se ha celebrado por cuarta vez una Asamblea en la Facultad de Economía y Empresa con el objetivo de tratar este conflicto, el cual se ha ido recrudeciendo con el paso del tiempo.
Desde los sindicatos informan de que ha sido una movilización "muy secundada por la plantilla", que ha terminado votando a favor de la huelga. En este sentido, la Asamblea ha decidido que durante el mes de mayo y las primeras semanas de junio se realizarán paros y huelgas, coincidiendo con procesos importantes para la Universidad de Zaragoza como son los exámenes de junio, la EvAU o el periodo de matriculación. La Junta de Personal se reunirá la próxima semana para formalizar la convocatoria.
Del mismo modo, la Asamblea insta a que "ningún representante del Personal de Administración y Servicios participe en Órganos de Gobierno, Órganos de Administración, Órganos de Gestión, Consejos de Departamentos, Juntas de Facultad, Consejo de Gobierno, Claustro, y tampoco en aquellas otras actividades voluntarias que plantea la Universidad". “Esta es la gota que colma el vaso, las condiciones laborales del Personal de Administración y Servicios es de las peores de todo el personal funcionario de Aragón. Las tasas de temporalidad son ridículas, las categorías profesionales son irrisorias”, afirman desde la Asamblea.
UN COLECTIVO DE 1.500 FUNCIONARIOS
Cabe recordar que esta concentración se ha convocado, según informan desde el PAS, "como consecuencia de la falta de voluntad del Rectorado para implementar una alternativa que respete el derecho adquirido a una retribución que se percibe en el momento de la jubilación". El colectivo afectado se compone de 1.500 funcionarios, que tiene una media de edad de 58 años.
Esta retribución se viene percibiendo desde hace más de 30 años y se perfecciona por tramos de cinco años de prestación de servicios, con un primer tramo de 10 años para acceder a ella. La acumulación de los tramos formaliza una paga que cotiza a la Seguridad Social que percibe en el momento de la jubilación, por lo que la supresión además incide en una minoración de la base reguladora de la pensión de jubilación.
