A las 9.00 horas, los niños han vuelto a las aulas para arrancar el nuevo curso

Hoy es día de vueltas en la capital aragonesa. Y es que no sólo la Vuelta Ciclista a España termina su etapa en Zaragoza después de 15 años este jueves, sino que también los niños regresan al colegio para comenzar el nuevo curso. Los ha habido muy madrugadores, pero también a alguno se le han pegado las sábanas. Para sorpresa de muchos, los alumnos del colegio de San Vicente de Paúl que aguardaban en la puerta de entrada del arco del Deán han sido recibidos por un colorido y animado pasacalles al grito de “¡Ole, ole, vamos al cole!”. Los reencuentros, los abrazos y la música se han unido a las prisas y alguna que otra cara larga.

Aunque las clases no arrancaban hasta las 9.00 horas, ya a las 8.20 había una familia que esperaba a que pasasen los minutos para volver al colegio. Y es que era el primer día de las dos niñas en este centro porque han venido a vivir a España desde Colombia. La pequeña, que se frotaba los ojos de sueño antes de entrar, ha empezado 3º de Primaria y su hermana, el mismo curso pero en la ESO. “Estoy muy nerviosa porque no conozco a nadie y vengo a hacer amigos”, explicaba la mayor.

La más madrugadora ha abierto los ojos a las 5.00 horas de la mañana. “Estaba muy ilusionada y además empieza nueva etapa en Primaria con muchas ganas”, apuntaba su madre. Mientras, a otros se les ha hecho más cuesta arriba salir de la cama. A la pregunta de si tenían ganas de volver, algunos contestaban un tímido “bueno…más o menos”. “Solo me apetece venir al cole por ver a mis amigos. Me ha costado un poco levantarme”, comentaba una niña.

Frases como “me lo he pasado bien en vacaciones, pero también quería volver” o “tengo ganas de jugar al fútbol y de estudiar” se mezclaban con los “quiero más verano” y “hubiera hecho más semanas de vacaciones”. Pero hoy había otros protagonistas: los padres. “El verano ya se hacía largo. Tantas vacaciones… estas últimas semanas ya se aburrían de todo”, comentaba una madre, a la que otra añadía que “la rutina viene muy bien después de dos meses”.

El reloj marcaba ya las 9.00 horas y, puntuales, muchos pequeños entraban al colegio de San Vicente de Paúl. Pero antes, les sorprendía un pasacalles que al ritmo de “¡Ole, ole, vamos al cole!” y mucha música animaba a los más rezagados a entrar a la escuela. Disfraces, globos, megáfonos y mucho color han inundado los alrededores de este centro para dar la bienvenida al nuevo curso y, sobre todo, a los estudiantes.

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