La consejera de Educación, Claudia Pérez Forniés, ha negado cualquier responsabilidad e implicación de su Departamento en la suspensión de unos monólogos para alumnos sobre violencia de género. Unas charlas que eran impartidas por la influencer Marina Marroquí y que ya habrían llegado a “más de 3.000 aragoneses”, pero esta educadora social acusa directamente al Ejecutivo aragonés de anular el programa “sin ningún tipo de respuesta” y “únicamente por una cuestión ideológica”.
Esta suspensión ha sido trasladada a la consejera por el diputado socialista Ignacio Urquizu durante el Pleno de las Cortes, acusando al Ejecutivo de dejar de colaborar en el programa por su pacto con Vox. “No sabemos si la Consejería la dirige usted o Vox. No sabemos si estas decisiones son suyas o de Abascal. Hemos pasado del PIN parental al PIN gubernamental”, ha incidido, remarcando la “falta de sensibilidad” del socio de gobierno con la violencia de género y señalando a todo el Ejecutivo de “negacionista”.
En este sentido, Pérez Forniés ha cedido la responsabilidad al Gobierno de España como “organizador” de este evento, y ha pedido al PSOE que deje “la bandera del miedo”. “No me pueden acusar de una actividad que no organizo, que organiza el gobierno de España. ¿Qué voy a cancelar si no organizo? La habrá cancelado quien la haya organizado. No tiren la piedra del miedo”, ha expuesto.
REDUCIR LAS TRABAS BUROCRÁTICAS
Así, la consejera ha aprovechado su intervención para enumerar las medidas que adoptará su Departamento en esta legislatura, que pasan por una “reducción de la burocracia” para “llevar soluciones a la realidad del día a día”, y lejos de “inundar de protocolos” a los equipos. “Debemos atender demandas de docentes y equipos que están día a día en las aulas, y buscar la reorganización de los protocolos para ser más resolutivos y ágiles a la hora de buscar soluciones”, ha destacado.
Del mismo modo, desde el Ejecutivo van a trabajar en un “documento único” para reducir esos trámites “sin perder calidad en la actuación”. “Potenciaremos planes de formación en los centros para actualizar los equipos docentes, y creamos un grupo de trabajo en el Observatorio Aragonés de la Convivencia Escolar, que disminuya todo el ámbito burocrático. Queremos crear espacios colaborativos, donde se compartan experiencias de convivencia con resultados positivos y que puedan ser aplicadas en distintos centros”, ha señalado.
Igualmente, quieren poner el foco en otros problemas actuales, como los riesgos de Internet y la violencia y acoso escolar por estos medios, como “violencia en entorno digital, ciberacoso, grabación de una agresión, suplantación de identidad, sextorsión…”, ha enumerado. “Vamos a comenzar un proceso de escucha activa, porque queremos orientar la figura del coordinador para el bienestar y protección del alumnado hacia la convivencia dentro del centro”, ha afirmado.