Estamos de acuerdo en que la sinceridad es una gran virtud, hay que ir con la verdad por delante y no contar mentiras, pero todo depende de cómo uno inteprete lo que es ser sincero.

Lo apropiado es expresar lo que uno piensa pero teniendo en cuenta los sentimientos del otro; se puede decir la verdad y ser sincero encontrando un punto de encuentro con la otra persona, sin dañarla ni ofenderla.

Mi consejo: La sinceridad tiene que servir para ayudar al otro a comprender tu propia visión a la vez que se respeta la del otro, esa es la verdadera clave para el éxito.

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