Cuando una persona se exige demasiado tiende a actuar con preocupación y desde el estrés. Vuestra postura como padres es ayudarle a afrontar esta situación de una forma más saludable.
Habla con él para que te explique qué le ocurre, ayudándole a poner palabras a sus emociones y mostrándole interés, paciencia y comprensión. Explícale que es normal sentirse nervioso por la selectividad, pero que la actitud que ahora está adoptando no le va a ayudar a sentirse mejor e incluso podría acabar apartándole de las personas que más quiere. Cuéntale lo que haces tú para lidiar con tus nervios en situaciones difíciles para que entienda que no es el único que pasa periodos estresantes y que hay otras vías para afrontarlo; como salir a caminar o hacer deporte para despejar la mente, respirar profundamente, escuchar música que te haga sentir bien o simplemente hablar con tu familia o amigos, entre otras.
Mi consejo: Tu hijo responderá mucho mejor si tu reacción a sus acciones es desde la comprensión y transmitiéndole que estás a su lado para ayudarle.
