Todos los años en época de vacaciones discuto mucho con mi pareja. Quiere que nos vayamos con mis suegros, pero es una situación insoportable que nos llevará cualquier día a romper como pareja...

Durante las vacaciones, la convivencia se convierte en un buen termómetro para medir la salud de la pareja. Afirmar que los suegros son los culpables de los problemas en la relación es una afirmación equivocada y que enmascara problemas como la comunicación, la confianza, la sinceridad y, en definitiva, aspectos que tienen más que ver con la pareja que con los suegros.

No hay un tipo de relación que asegure el éxito, la clave es que estéis satisfechos con la relación que se establece entre vosotros y con la familia natal y ello exige resolver las crisis que van surgiendo a lo largo del ciclo de la pareja. Convendría que ambos hagáis un ejercicio de responsabilidad y reflexionéis si estáis preparados para superar la convivencia vacacional, si es el mejor momento y si los dos estáis conformes. Una vez abordados estos aspectos en común, tomad una decisión conjunta.

Mi consejo: Los suegros no son la causa de las rupturas, en cambio, cómo se gestiona la relación con ellos sí que es un factor determinante en el plano de la pareja.

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