Los cambios meteorológicos siempre han estado asociados a variaciones emocionales y comportamentales, generando una mayor vulnerabilidad a los signos depresivos.
Estos problemas del estado de ánimo han sido llamados Trastornos Afectivos Estacionales (TAE), ya que presentan síntomas propios de la depresión, pero con la peculiaridad de que se manifiestan cuando se acerca el invierno y con ello las horas de luz se van reduciendo. Algunas personas sois más sensibles a las variaciones de luz y experimentáis cambios más drásticos en la producción hormonal que depende de su exposición a la luz.
Si te ocurre de manera recurrente, consulta con tu médico para hacer una evaluación de tu situación y poder prevenir la posibilidad de aumentar las recaídas.
Mi consejo: Consulta con un especialista, la depresión suele empeorar con el tiempo si no se trata y puede derivar en problemas emocionales mayores que pueden afectar todos los aspectos de tu vida.