Me estoy distanciando de mi hermano y veo a mis padres, ya mayores, sufrir por ello, pero ninguno damos nuestro brazo a torcer...

Como en todas las familias, la relación entre hermanos no está libre de problemas. Enfados, dolor y decepciones que se arrastran a través de los años y que con el paso del tiempo se vuelven difíciles de sanar. Dejar que pase el tiempo pensando que la distancia resuelve lo ocurrido conlleva que se agudicen aún más los problemas.

Es necesario que reflexiones sobre los motivos que os han conducido a esta situación y si vas a permitir que estos pongan en juego vuestra relación, llevándoos a un distanciamiento definitivo. Para evitarlo, debes plantearte dejar a un lado el resentimiento y dar con firmeza el primer paso hacia el diálogo entre vosotros, una conversación basada en la escucha y en la sinceridad, mostrando y expresando vuestros sentimientos.

Mi consejo: Traza un plan de reconciliación que ayude a superar la situación y a definir una nueva relación que, aunque probablemente sea distante al comienzo, al menos se habrá reiniciado con la esperanza de recuperar el tiempo perdido.

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