Preocuparnos por los demás es una acción rodeada de buenas intenciones y en un cierto grado es muy saludable. A su vez, hay que respetar que las personas que nos rodean tengan una opinión propia sobre la vida, la cual es tan válida como otros puntos de vista diferentes a los nuestros.

En muchas ocasiones, parte de nuestras tensiones nacen de vivir mentalmente fuera de nuestros problemas, focalizándonos en los de los demás. En este sentido y dado que no se trata de una persona de tu círculo mas cercano, si te resultan incomodas sus publicaciones y no compartes su actual estilo de vida, siempre puedes elegir dejar de seguir su perfil en las redes sociales. De este modo, desde el respeto y la tolerancia, aprendes a lidiar con tus emociones evitando proyectarle tus discrepancias al respecto.

Mi consejo: Si realmente quieres mejorar una situación, esfuérzate en lo único sobre lo que tienes control: en ti mismo.

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