Las personas que deciden suicidarse tratan de alejarse de una situación de vida que les parece imposible de afrontar.

Los pensamientos suicidas pueden tener distintas causas, con mayor frecuencia pueden ser el resultado de sentimientos negativos que no pueden canalizar. Suelen sentirse avergonzados, culpables o una carga para los demás; tienen sentimientos de rechazo, pérdida o soledad y, frente a esta situación de crisis personal donde pedir ayuda se considera un signo de debilidad, pierden la esperanza viendo el suicidio como la única vía de alivio a su dolor.

El suicidio suele ser el resultado de la interacción de muchos factores, entre los que se incluye la depresión. Los signos de advertencia no siempre son obvios y pueden varias en cada persona, las señales de alerta incluyen cambios en el estado de ánimo, en el comportamiento y en la manera de pensar.

Mi consejo: si reconoces los signos de un comportamiento suicida no los subestimes, tu intervención puede ayudar a la persona a saber que hay otras opciones para resolver su problema y mantenerse seguro.

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