A todas las personas nos gustaría poder controlar el mundo que nos rodea. Pero lo cierto es que hay muy pocas cosas sobre las que podamos hacerlo y, a pesar de que existen las injusticias, saber respetar a los demás es esencial, ya que representa valorar y tolerar las diferencias entre las personas.
Confía en ti mismo/a y en tus acciones, en todo aquello que dependa únicamente de ti. Mantén la equidistancia con respecto a los demás y con aquellos factores externos que no puedes controlar. Acepta esta realidad y conseguirás reducir gran parte de la ansiedad y frustración que sientes con esta situación, así como para otras futuras similares. Por mucho que te preocupes enérgicamente por algo, eso no va a evitar, o potenciar, que al final suceda.
Mi consejo: Lo que sí puedes hacer es influir sobre ti mismo/a, aprendiendo a observar la realidad desde muchos ángulos y esforzándote en ser más flexible para evitar ciertos disgustos y aprender a que te importe un poco menos lo que hacen los demás.